Eran aproximadamente las 19.30 cuando los vecinos cerraron la calle frente a la comisaría, ubicada sobre 24 Proyectada y Capitán Figari.
Los manifestantes indicaron que los policías no querían que estén cerrando la calle, a pesar de que estaban supuestamente pacíficamente, hasta que llegaron los cascos azules y empezaron a reprimir para no dejar personas frente a la delegación.
En ese momento empezaron a llover piedras hacia los policías, y balines de goma y gas lacrimógeno hacía los hombres, jóvenes, mujeres y niños que estaban manifestándose.
Tras el incidente varios medios de comunicación fueron hasta el lugar. El ambiente seguía tenso, los lugareños comentaron lo sucedido y pedían Justicia por la muerte de Israel, culpando a la Policía de su muerte.
OTRO CAOS. Cerca de las 21.30 cayó una piedra por el escudo de los cascos azules y se desató de nuevo el calvario. A pesar de que la mayoría de mujeres, con varios niños estaban dialogando con trabajadores de prensa, los cascos azules empezaron a disparar. Incluso, el reportero gráfico de ÚH, Andrés Catalán recibió un balín de goma en el rostro.
Empezaron las corridas. Todos se vieron afectados por el gas lacrimógeno en segundos. Luego de un tiempo el equipo de ÚH abandonó el lugar, y seguía tenso el ambiente.
Investigación. La fiscala Mercedes Caniza investiga la extraña muerte de Israel. Según la versión policial, se trató de un suicidio. Los uniformados señalan que a las 3.00 de ayer, un oficial lo encontró colgado. Esta versión fue desmentida por la familia, que sospecha que el joven murió en otras circunstancias. “Yo no sé quién fue, pero él no tenía motivo para suicidarse. Él dijo varias veces que lo querían matar y hacer quedar como suicidio. Pedía que se llame a la prensa”, decía Norma Ramírez, madre del fallecido.
La versión que manejan vecinos y familia, es que mantenía una rivalidad con un policía. Este sería el subcomisario Víctor Mora, con quien la madre mantuvo una discusión que fue grabada por un teléfono celular y viralizada por WhatsApp.
El policía al que hace mención la familia “Mi hijo me decía que no dormía un sueño; que le pidieron un millón de guaraníes para que pueda dormir tranquilo y lo único que quería era salir de esa comisaría”, expresó.
El jefe de comisaría, Carlos Martínez, confirmó que la madre del joven tuvo un encontronazo con el subjefe de la Comisaría y admitió que la situación era complicada.