Según un comunicado de la Presidencia libanesa, los representantes de la mayoría parlamentaria y de la oposición se comprometieron también a mantener la calma en el ámbito político y mediático, favorecer el entendimiento y alejar cualquier forma de provocación.

El presidente libanés, Michel Sleiman, (centro), durante la segunda ronda del diálogo nacional hoy en el palacio presidencial de Baabda. EFE/Dalati Nohra | Ampliar imagen
La nota indicó que durante la reunión, en la que participaron catorce dirigentes libaneses, el líder de la oposición Michel Aoun insistió en que el grupo chií Hizbulá conserve sus armas.
Hizbulá, que encabeza la oposición, se niega a renunciar a las armas, argumentando que con ellas protege al Líbano de una eventual agresión israelí, mientras que la mayoría considera que la defensa del país es monopolio del Ejército.
Además, la mayoría acusa a Hizbulá de haber formado un estado dentro del estado y de haber utilizado sus armas contra los libaneses el pasado mayo, cuando este grupo se hizo por unas horas con el control de Beirut y de otras regiones libanesas.
El diálogo nacional fue iniciado el pasado 16 de septiembre bajo la égida de Suleimán en un nuevo intento por sacar al país de la crisis política en la que está sumido.
En su discurso inaugural, el presidente de la República señaló que algunas cuestiones necesitan más consultas y esfuerzos, e hizo hincapié en el funcionamiento de las instituciones del Estado y de llevar a cabo una reforma administrativa.
Además, insistió en la importancia del apoyo exterior al proceso del diálogo en el Líbano e instó a aprovechar sus beneficios.
Al término de la reunión los representantes libaneses acordaron continuar con la tercera ronda de negociaciones el próximo 22 de diciembre.