Linchamientos, una epidemia de ira que se expande

“¡Quémalo!”, “¡maldito!”, grita una turba desenfrenada mientras patea en el suelo a un presunto asaltante. Los linchamientos se multiplican en Venezuela –según expertos– como estallidos de ira y frustración.

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Esta vez fue un hombre de unos 35 años, quien supuestamente intentó robar a una mujer con una pistola en un concurrido sector de Caracas y fue atrapado por transeúntes.

En poco tiempo yacía desnudo y casi inconsciente en la acera, pero las patadas en la cabeza y el rostro que le propinaba una veintena de personas no cesaban hasta que llegó la policía. “Te salvaste de que te quemáramos”, vociferó un hombre mientras el sospechoso era llevado a rastras, esposado, hasta una patrulla en medio de gritos de satisfacción de sus agresores.

Solo entre enero y mayo, 60 personas murieron linchadas y otras 36 sobrevivieron a esos ataques; mientras que en 2016 hubo 126 fallecidos, frente a 20 de 2015, según el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS), que advierte un “subregistro muy grande”. “Creen que están haciendo justicia y llegan a asesinar”, dijo el coordinador del OVCS, Marco Ponce. AFP

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