Es una larga entrevista que me hizo la actriz y directora de teatro Raquel Rojas sobre lo vivido en esta tierra que elegí como mi patria adoptiva.
En estos tiempos de confusión y cuando vemos con pena la pérdida de los 28 años de la mal llamada transición (propiamente una transacción o traición al Paraguay) sentía la necesidad de cuajar por escrito lo vivido desde mi llegada (primer capítulo), lo que encontré a mi vuelta el año 1996 en adelante (segundo capítulo) y todo lo que significa la política en su concepto más grande y en su realidad contemplada con tristeza de una politiquería que pretende alargarse en el tiempo para beneficio económico de los amos del Paraguay (tercer capítulo).
Raquel como buena periodista me insistió en los asuntos más delicados y con entera libertad pude responder. Aunque, al final hago una advertencia: por favor “lean este libro con cabeza propia” porque solamente aquello que sea aceptado libremente por el lector como cosa suya será el fruto que pretendí de una formación en libertad.
Le pedí a mi compañero jesuita Bartomeu Meliá que me hiciera el prólogo porque es una de las personas que más admiro como religioso y como científico, sobre todo en su afán siempre vivo de ponerse del lado de los indígenas del Paraguay. Leyendo su última gran obra Camino guaraní. Guaraní rape, una maravilla de contenido y de edición, siento no haber dedicado más tiempo en mi vida paraguaya a profundizar el mundo de nuestros ancestros, tan abandonado.
Termino diciendo lo que afirmo al comenzar la entrevista: Desde la llegada estoy aprendiendo del Paraguay y eso sigue en estos tiempos en que acaba la frustrada transición.
Les espero en el Juan de Salazar, a las 19.00.