Lamentable caso de desprecio contra el patrimonio històrico

La demolición de la casona que fuera sede de la administración de La Industrial Paraguaya, último vestigio de la epopeya de los mensúes en el Alto Paraná, en la ciudad de Itakyry, constituye otro lamentable caso de desprecio al patrimonio histórico cultural. El edificio estaba protegido por una resolución del Viceministerio de Cultura, pero el concejal departamental colorado Anastasio Talavera, quien se atribuye la propiedad del predio, ignoró todas las prohibiciones legales y desmanteló la antigua vivienda. La Municipalidad local tiene gran parte de culpa, por no valorar y proteger debidamente su propia historia. El Estado debe intervenir y rescatar lo poco que queda.

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Era el último vestigio físico de una impactante historia social que fue relatada por grandes escritores como Rafael Barrett y Augusto Roa Bastos, cantada en épicas obras musicales de José Asunción Flores, Mauricio Cardozo Ocampo, Emilio Biggi o Teodoro S. Mongelós: la de la estremecedora esclavitud humana padecida por los llamados mensúes o peones de los yerbales, desde finales del siglo XIX y gran parte del siglo XX.

Era una pintoresca casona de madera, con cerca de 150 años de antigüedad, enclavada en el centro urbano de la histórica ciudad de Itakyry, Departamento de Alto Paraná, que fuera sede de la tristemente célebre empresa latifundista yerbatera La Industrial Paraguaya SA. En ese lugar, el promotor cultural, ya fallecido, Mario García Siani, había establecido el Museo Municipal de Itakyry, rescatando valiosas piezas de época, donadas generosamente por los antiguos pobladores, que testimoniaban lo que fue aquella epopeya, denunciada por los valientes reportajes de Barrett en el periódico El Diario, en 1908.

Tras el retiro de García Siani, el Museo quedó en el olvido y la desidia por parte de las autoridades municipales. Un reportaje publicado por este diario en febrero de este año ya alertaba que “la última casa de los mensúes está olvidada y a punto de desaparecer”. El concejal departamental colorado Anastasio Talavera apareció hace algunos años con un título de propiedad, otorgado por la firma Distriservice, continuadora de los derechos de La Industrial Paraguaya, alegando ser dueño del inmueble, y empezó a destruir la antigua casa, pretendiendo construir nuevas viviendas en el terreno. La titularidad, sin embargo, está en discusión, ya que la empresa había donado 400 hectáreas de su antigua propiedad para consolidar el núcleo urbano donde se encuentra la ciudad de Itakyry. Existe un juicio por superposición de títulos en el Juzgado de Minga Porã.

La “última casa de los mensúes” contaba, además, con protección de la resolución 20/98 del Viceministerio de Cultura, que lo había declarado patrimonio histórico cultural, algo que fue totalmente ignorado por el concejal Talavera, quien en estos días procedió a ordenar el total desmantelamiento de la antigua casona. El sábado último, el intendente local, Carlos Miguel Soria, ordenó detener los trabajos con una resolución de urgencia, pero resultó un poco tarde, ya que gran parte de la casona ha sido desmantelada y la madera fue retirada del lugar.

La Municipalidad de Itakyry tiene gran parte de culpa de lo ocurrido, por no valorar y proteger debidamente su propia historia. Una vez más, una valiosa reliquia de la historia paraguaya y en especial de la región del Alto Paraná ha sido lamentablemente destruida por la desidia, la soberbia y la ignorancia de políticos que se presentan como supuestos “representantes del pueblo”, aunque siempre es posible la reconstrucción y la puesta en valor.Las instituciones del Estado encargadas de velar por el patrimonio cultural e histórico, como la Secretaría Nacional de Cultura, deben intervenir con urgencia y rescatar lo poco que queda.

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