Con esto, ya son dos prórrogas de la Ley 5414/15 “De promoción de la disminución del uso de plástico polietileno”, la última de las cuales se generó por la pandemia. “Según el calendario, se implementará plenamente la normativa, independientemente del avance o no del Covid-19. El compromiso es cumplir con los objetivos”, expresó.
El funcionario mencionó que se viene trabajando con los sectores productores de bolsas y con la Cámara Paraguaya de Supermercados (Capasu). El plan es no esperar a esa fecha, sino adelantar la producción de las bolsas que reemplazarán a las de plástico de polietileno.
Adelantó que hay cinco empresas certificadas que producirán los envases plásticos reutilizables reciclables; mientras que aún no hay una norma nacional para las bolsas biodegradables.
La consciencia deberá ir –según agregó– más allá del uso de las nuevas bolsas, ya que también se insistirá en la clasificación de la basura, instancia en que los municipios también tendrán que establecer condiciones para reciclar, enfatizando la incorporación de una economía circular, que también genere una oportunidad de ingreso a otros sectores.
bioplásticos. Por su parte, María Nasta, principal responsable de la primera fábrica de bioplásticos en Paraguay, comentó que entre 2.800 y 3.000 bolsas de plástico se proveen por minuto a los usuarios en supermercados y otros negocios; mientras que 10 millones de bolsas son distribuidas tan solo en una de las cadenas de supermercados por mes.
Con estas cifras, se puede dimensionar el impacto al ambiente que significan los 800 mil kilos de desechos que llegan a los vertederos de manera diaria, siendo el 70% de lo anterior material orgánico y plásticos, según indicó.
Las bolsas que empezó a fabricar la planta de Madre, mejores empaques, de la cual Nasta es propietaria, se degradan en un tiempo de entre 90 y 180 días.
La materia prima utilizada para la fabricación del producto es importada de Europa y cuenta con certificaciones internacionales que avalan su biodegradabilidad y compostabilidad, según dijo. “Las bolsas están compuestas por almidones y aceites vegetales entre otros elementos también orgánicos, por lo que son más sedosas que las comunes, no obstante, poseen la misma resistencia”, agregó.
La referente dijo aspirar a que pueda haber certificación local para los productos que se ofrecen como biodegradables y compostables. Anticipó que existe un envase conocido como bolsa Oxo, que es degradable, pero no certificada como biodegradable, ya que solo tiene aditivos para que con el tiempo se fragmenten y se rompan con la acción del sol y del clima.
“Se usará paulatinamente la bolsa que no degrada”
“Como actor preponderante dentro del marco de la reglamentación de la ley de reducción de bolsas de polietileno, la Cámara Paraguaya de Supermercados (Capasu) sigue trabajando para pulir los detalles finales de la nueva implementación”, mencionó Alberto Sborovsky, titular del gremio.
De acuerdo con la normativa, se va a permitir a partir del segundo semestre de este año el uso de las bolsas reutilizables de polietileno (no las de un solo uso, sino reforzadas), con precio a definir para la venta; en tanto que también se podrá comercializar la bolsa compostable biodegradable. “Llegado el momento, se tendrán que comprar esas bolsas”, agregó.
La consigna, para Sborovsky, es actuar con proactividad, generando la consciencia de los usuarios, para que vayan redireccionando el uso de las bolsas hacia las que no impactarán negativamente en el medioambiente. “Instamos a la ciudadanía a ejercitar la práctica de utilizar paulatinamente las bolsas que no generarán fuerte impacto”, destacó.
Los productos regulados por la normativa tendrán que contar con la certificación del Instituto Nacional de Tecnología Normalización y Metrología (INTN).
3.000 bolsas de plástico por minuto proveen los supermercados y otros comercios a los usuarios en Paraguay.