Indicó que muchos legisladores quieren calificar a la reprogramación como una figura “inofensiva” pero que lo grave es que normalmente los rubros programados para gastos de capital migran a gastos rígidos que nuevamente son recursos humanos.
“En el caso de Diputados el tema no es tan simple como se presenta. La administración de Miguel Cuevas gastó más de lo que debía sin ningún criterio de efectividad contratando gente a mansalva. Se pidieron explicaciones, se ordenaron auditorías que nunca se hicieron y hoy “juegan” con que muchos se quedarán afuera si no se reprograman 2 mil millones de guaraníes”, aseveró la legisladora.
BORRÓN. Se preguntó si es justo que el pueblo paraguayo siga pagando a un montón de personas que están ahí acomodados por Diputados.
“Para mí no lo es. Nuevamente se impuso el pacto de silencio, de borrón y cuenta nueva y eso indigna. Por otro lado hay funcionarios antiguos de más de 20 años y profesionales que asesoran a las comisiones que no están cobrando desde julio. No se ha explicado qué exactamente se haría con esos 2 mil millones”, puntualizó.
González añadió que no se informó a quienes supuestamente se beneficiaría y cuál es el “bendito” plan de austeridad del que tanto se llenan la boca. Manifestó que aunque sea difícil asumir una posición no corporativa, lo hace, pues su compromiso es con la ciudadanía.
“Voté en contra desde que se presentó y lo hice con argumentos. Tal vez caiga antipática internamente mi postura y tal vez hubiese sido más fácil no votar o votar en blanco, pero elegí el camino que me dicta mi conciencia”, acotó.
Por otro lado la diputada expresó que si no se apunta a un estatuto del funcionario legislativo, el pasivo laboral de la cámara seguirá creciendo vertiginosa e impunemente.