En las redes sociales, como el Twitter, donde el artista tiene 17 millones de seguidores, las cuentas del intérprete de Blinding Lights exhibieron ayer las dos identidades. Una evolución que no se debe al azar, según explicó el artista de 33 años nacido en Canadá y de padres etíopes, en una reciente entrevista con la revista de moda W, en la que el músico manifestó que atraviesa “una experiencia catártica” y que pretende “matar a The Weeknd”.
“Voy a seguir haciendo música, tal vez como Abel, tal vez como The Weekend. Pero todavía quiero matar a The Weeknd. Y lo voy a hacer. Eventualmente. Definitivamente estoy tratando de deshacerme de esa piel y renacer”, señaló, a la par de manifestar que el álbum en el que está trabajando ahora tendría por última vez su nombre artístico actual. “Es probablemente mi último hurra como The Weeknd”, destacó.
“Como The Weeknd, ya dije todo lo que podía decir”, sentenció el cantante.