Aproximadamente a las siete de la mañana de ayer, Marcelo Miguel pasó al mando de un automóvil Toyota New Vitz de color negro y efectuó un disparo contra el guardia de seguridad Higinio González, quien acusó el impacto en las nalgas y está fuera de peligro.
Luego, cerca de las 9.00, Ibarra Gaona salió de su domicilio y se entregó a la Policía. La familia luego, conversando con los uniformados, entregó un arma de fuego, con el estuche. Se trata de una pistola calibre 9 milímetros.
El comisario César Silguero, jefe del Departamento de Investigación de Delitos, indicó que el arma de fuego entregada por la familia será sometida a pericia, para determinar si es un arma registrada legalmente y si coincide balísticamente con el arma utilizada para efectuar el disparo frente el guardia del Colegio Internacional.
Silguero explicó que el estudio balístico determinará la trayectoria de la bala, como también determinará si se efectuó uno o más disparos y cómo fue que impactó en el cuerpo de Higinio González.
Luego de entregarse, Marcelo rompió el silencio y comentó que se puso nervioso por la larga fila de autos que había frente al colegio. Aseguró que su intención no fue disparar contra el guardia, sino solo al aire y reconoció ser consumidor de marihuana
También culpó a su padre de estar en estas condiciones, al igual que a todo el país y al propio presidente de la República, Horacio Cartes, por permitir que el negocio de la cocaína y el alcohol crezcan.
“Gracias a mi padre estoy así, él es el responsable. Mi papá no estuvo conmigo, pero yo no hice esto para vengarme”, expresó el joven.