Ubicado en las esquinas de las calles Mariscal Estigarribia e Iturbe, del microcentro de Asunción, el Archivo Nacional de Asunción, que tiene como sede el emblemático predio ubicado en la manzana que en su época fue propiedad de Madame Lynch, resguarda un fragmento de la historia del país, al albergar en su interior parte de la documentación producida por el Estado paraguayo en los periodos del siglo XVI hasta la segunda mitad del siglo XIX.
“La más antigua documentación sería la capitulación de Don Pedro de Mendoza, de 1534”, destaca Vicente Arrúa, director del Archivo, al situar la procedencia histórica de los documentos resguardados, que en gran parte se extiende hasta el final de la Guerra contra la Triple Alianza, en 1870. Si bien existen igualmente documentos pertenecientes al siglo siguiente, al igual que ejemplares de los libros lanzados en los últimos años en la sala de eventos de la institución.
La sala de eventos es uno de los dos espacios habilitados al público, junto a la de lectura, en donde se puede acudir para consultar gran parte de los más de dos millones de expedientes que se encuentran bajo poder de la institución. En cuanto al procedimiento de consulta en el recinto –que en razón de la pandemia del Covid-19 funciona en horario especial, de 08:00 a 14:00, de lunes a viernes–, Arrúa señala que “el primer paso es consultar el catálogo”, en el que se encuentran organizados los archivos por tópicos como Documentos del Dr. Francia, Historia, propiedad y testamentos, etc.
Una fracción de todos los documentos se encuentra digitalizada y puede ser estudiada de forma virtual a través del apartado Consulta en línea en el sitio web de la institución: www.archivonacional.gov.py.
Acceso. “Antes qué ocurría, se le decía a la gente ‘ese documento está en mal estado, no se te puede dar’, pero se les estaba negando un derecho como ciudadano. Se tiene que prever que ese archivo sea accesible. Se puede afirmar que se protege el documento, pero el objetivo de la protección no es negarle al solicitante, lo fundamental es que acceda a la información; para eso trabajamos”, manifiesta el director al aludir a uno de los propósitos de la digitalización, que permite acercar a la gente el valioso acervo de información que resguarda la institución.