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BUENOS AIRES, ARGENTINA
El virus que ha causado la muerte a entre 43 y 44 personas en Argentina propagaba también el temor y la precaución, un día después de que autoridades suspendieron clases y declararon emergencia sanitaria en grandes ciudades.
El nuevo ministro de Salud, Juan Luis Manzur, al asumir el cargo en la tarde de ayer, admitió que “es una situación seria, es una situación difícil” e informó la cifra actualizada desde los 26 fallecidos reportados previamente.
En una rueda de prensa tras su juramentación, anunció que se destinarán 1.000 millones de pesos (260 millones de dólares) adicionales para fortalecer la estructura sanitaria en el país y se concederán licencias preventivas a personas dentro del grupo de más riesgo, como embarazadas, pacientes inmuno comprometidos y oncológicos.
Después de México y Estados Unidos, Argentina es el tercer país del mundo con mayor cantidad de víctimas fatales provocadas por el virus, ampliamente conocido como gripe porcina.
SIN CLASES. El miedo disparó el ausentismo en empresas y escuelas, previo a la suspensión de clases, mientras que familias cancelaban vacaciones y festejos de cumpleaños.
Las escuelas de casi todo el país permanecerán cerradas por varias semanas para contener la expansión del virus, en medio del invierno austral, la temporada de propagación de la gripe estacional que todos los años provoca cientos de muertes. “Mi hijo tiene un cumpleaños el viernes y no creo que lo mande, otro cumpleaños de otro compañero ya se suspendió", dijo Rafael, padre de un niño de 3 años.
El alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, declaró el martes la emergencia sanitaria en la capital y luego hizo lo mismo la provincia de Buenos Aires, la más grande y poblada. Ambos distritos concentran casi el 50% de la población de Argentina.
Algunas autoridades fueron más lejos y en la próspera ciudad de Pergamino, el alcalde ordenó el cierre de escuelas, clubes, gimnasios, cines y teatros, y la actividad se paralizó en casas de apuestas como bingos, en bares y clubes nocturnos.
Las precauciones llegaron hasta la jerarquía católica, con los obispos aconsejando a párrocos y vicarios que los fieles reciban la comunión en la mano y no por boca. Además, pidieron a los sacerdotes dar la unción a los enfermos infectados por el virus con guantes descartables. La declaración de la emergencia se produjo 2 días después de unas elecciones legislativas en las que más de 20 millones de personas asistieron a las escuelas para votar.
DATOS OFICIALES DE OMS
El virus A (H1N1) de la gripe porcina contagió a 77.201 personas en 120 países y causó 332 muertos, según el último informe publicado ayer por la Organización Mundial de la Salud. La cantidad de enfermos aumentó en 6.308 casos desde el último balance de la OMS difundido el lunes en su página de internet. La organización, que declaró el virus A como la primera pandemia atípica de gripe del siglo, registraba entonces 70.893 personas afectadas en 116 países y territorios, así como 311 decesos. Reino Unido, uno de los países más afectados, registró un fuerte aumento del número de contagios desde el lunes, con 2.288 nuevos casos que elevan a 6.538 la cifra de enfermos, de los cuales tres fallecieron.
El uso de mascarillas se multiplicó ayer en las calles y medios de transporte de la capital argentina y el alcohol en gel desaparecía de las farmacias, mientras aumentaba el miedo a la creciente epidemia de gripe A H1N1.