Provistos de banderas coloradas, chipa y agua mineral, y vestidos de rojo, asistieron miles de personas, en su mayoría funcionarios estatales, de diferentes partes del país, a una movilización convocada por el oficialismo, ayer, en el litoral del Palacio de López.
Los propios ministros del Poder Ejecutivo se sumaron a la manifestación y la zona estuvo rodeada de móviles “de uso exclusivo del Estado”, además de un gran despliegue de seguridad, pero que solo bloqueaba el paso a los ciudadanos que estaban en contra del juicio político y que se aglomeraron cerca del Congreso, mientras que los empleados públicos ingresaban hasta el litoral sin muchos controles, pese a que el área está usualmente cerrada.
“Es algo que estaban esperando los opositores, el equipo de Efraín y Llano, que nunca se resignó a la derrota”, expresó la funcionaria Municipal Rossana Santander.
“Tiene que rodar las cabezas de los responsables”, indicó Marcos Lugo, otro manifestante.
El presidente de la República, Mario Abdo Benítez, salió en un momento a saludar desde un balcón del palacio a la multitud que clamaba su presencia. Ya luego de su discurso, bajó y se mezcló con la gente. Agradeció “a los funcionarios públicos, intendentes, convencionales y presidentes de seccionales”.
Varias autoridades aparecieron en el sitio y dieron discursos contra el juicio político y hurras al presidente, como Silvio Ovelar, Carla Bacigalupo y el gobernador de Canindeyú César Ramírez.
El ministro de la Juventud, Felipe Salomón, dijo que el juicio político estuvo tramado por mafiosos.
El camionero Juan Villalba advirtió con un paro nacional si se llevaba a cabo el juicio, y lanzó fuertes críticas a Horacio Cartes. En otro momento, un líder del sector empresarial hasta hizo una oración por el presidente.