La afectada señaló que su marido falleció el 31 de marzo pasado y que vivió en un albergue en Foz desde el 3 de abril pasado, tiempo en que estuvo visitando el Consulado paraguayo pidiendo una entrevista con el cónsul general. Recién el 24 de abril pasado pudo ser atendida por el cónsul Luis Copari, quien le gestionó ante el Consejo de Defensa Nacional el permiso que fue concedido ayer.
“El calvario que mis hijos vivieron, verle sufrir a su padre con la delicada enfermedad, su tratamiento y luego seguir aquí en un albergue, es muy fuerte. Lo que estamos pidiendo a las autoridades es que nos envíe a Villarrica para guardar la cuarentena obligatoria, porque ya no me gustaría exponerle nuevamente al sufrimiento a mis hijos”.
Entre los 5 hijos, 2 son asmáticos, afección que los vuelve más vulnerables al contacto con terceros, atendiendo a lo señalado por la preocupada madre. El cuerpo sin vida está preparado para permanecer 30 días en una heladera de la morgue y debe ser retirado antes del miércoles.
La familia viajó al Brasil, a la localidad de Riverão Preto. La muerte del paciente se registró en plena cuarentena y en el tiempo en que la frontera ya estaba cerrada, por disposición del Poder Ejecutivo.
En Foz de Yguazú consiguieron un hospedaje gratis, que había sido ocupado anteriormente por estudiantes universitarios, pero tenían que encargarse de su alimentación. Ahora, con la posibilidad de entrar al país, el cuerpo debe ser llevado directamente al camposanto de Villarrica, mientras que el resto de la familia aún desconoce qué van a disponer las autoridades.