Este dato contradice uno de los principales argumentos de Microsoft que mantiene que el pago de los servicios hace que Linux, y similares, resulten igual o más caros que Windows, Unix y otros sistemas propietarios, aunque el software propiamente dicho sea gratuito. La consultora IDC publicó un famoso estudio en el que argumentaba precisamente esta teoría.
Forrester insiste que el precio no es la única razón. Los directivos encuestados resaltan otras ventajas como la flexibilidad del negocio, la compatibilidad con estándares abiertos, el uso del código sin restricciones y el hecho de no depender de un único proveedor.
¿Son realmente más económicos los sistemas de código abierto? ¿O realmente los costes de mantenimiento y de instalación acaban borrando las diferencias de precios entre los dos modelos? ¿Es el ahorro la principal razón para lanzarse a instalar Linux?