08 feb. 2025

En pandemia aumentan el estrés y las adicciones a los juegos de azar

Cuidado. La apuesta puede convertirse en un vicio, alerta experta.

El confinamiento, el estrés, el aburrimiento, la apatía, la incertidumbre, la falta de alternativas de ocio offline en casa, o la tan característica búsqueda de diversión, de probar suerte y la ansiedad pueden agravar las adicciones a los tragamonedas y distintos juegos de azar, indican expertos.

“Con la pandemia las personas están mucho más propensas a los vicios de los juegos de azar porque no se controla mucho este tema, entonces tienen acceso para jugar, ahora en mi consultorio por lo menos creció muchísimo los problemas de estrés y entonces es como si al principio a la gente le desestresa jugar, pero después con el tiempo pasa lo contrario, porque las personas se estresan mucho al perder”.

Destacó que durante la pandemia la depresión aumentó bastante por la falta de comunicación y por ende, buscan algo para hacer, señaló la licenciada en Sicología Clínica, Carmen Benegas.

Consecuencias físicas

Asimismo, la profesional refirió que en los adultos mayores el vicio de los tragamonedas también daña mucho la salud física.

“Cuando las personas se vuelven muy dependientes y no están consiguiendo la formas de jugar o pierden mucho, este estrés puede producir hipertensión y existe la posibilidad de que derive después a un accidente cerebrovascular o incluso, a problemas cardiacos.

“Los vicios de los tragamonedas repercuten mayormente con daños físicos a los adultos mayores”, aseveró.

La experta explica que estos juegos producen en el cerebro ciertas sustancias como por ejemplo, la adrenalina, que hace que la gente busque nuevamente esa sensación porque se vuelven dependientes de esa sustancia y es lo que les impulsa a jugar.

“Es un vicio igual que fumar, beber alcohol o consumir otras sustancias nocivas como las drogas, eso se produce en el cerebro”, afirmó.

Por otro lado, remarcó que al principio del juego se produce un gran entusiasmo, pero que al empezar a perder el dinero significativamente se produce una desesperación que incluso, hace que muchas personas viciosas roben o asalten para poder conseguir plata para nuevamente ir a jugar y apostar.

“Al principio se produce un entusiasmo al ganar y produce adrenalina y después llega el momento en que la persona empieza a perder, luego se produce la desesperación y vuelven a jugar como para recuperar eso que perdieron y después se vuelve algo incontrolable, una subida y caída constante. Es así como cualquier otro vicioso, la persona hará lo que sea para poder conseguir el dinero como robar o incluso hasta asaltar para conseguir el dinero y seguir con ese vicio”, destacó.

Asistencia familiar

Así como todos los vicios es posible dejarlo, pero para que se pueda lograr es necesario contar con la asistencia de los familiares, expresa Benegas.

“Lo primero es que la persona tome conciencia y la familia de la persona afectada debe tratar de que la persona sea consciente de que está con una dificultad ya que es como una enfermedad y tiene que aceptar eso”.

Indicó que tras reconocer que es un vicio es necesario es buscar grupos de apoyo. Por ejemplo hay iglesias que tienen grupos para estos tipos de vicio.

“Todo depende de cada persona, algunos aceptan que tienen un vicio y otras tardan en aceptarlo hasta lo último, lastimosamente este vicio tiene sus consecuencia en la conducta de la persona ya que tiene un cambio de humor constante, el vicio de los juegos de azar es un trastorno de conducta”.

La sicóloga recomendó consultar con un sicólogo cuando la persona sienta un estrés importante o los juegos de azar se vuelven una actividad insostenible. Los hospitales públicos como Clínicas tienen asistencia sicológica.

Con la pandemia las personas están mucho más propensas a los vicios de los juegos de azar, porque no se controla mucho este tema, entonces tienen fácil acceso para jugar y aumentaron los casos de estrés.
Carmen Benegas, licenciada en Sicología Clínica.

Recomendaciones para evitar dependencia a los juegos de azar

Se recomienda el menos contacto posible con estos juegos y buscar otras actividades para ocupar el tiempo.
Dar importancia afectiva a las personas sobre todo a los chicos y adolescentes, que se sientan importantes y amados y comprendidos, lo fundamental es el diálogo con la familia.
Realizar deportes y actividades físicas u otros hobbies como la danza, música y lectura.Para los adultos mayores se recomienda que la familia ocupa un tiempo para salir a conversar y caminar, ver qué actividades físicas pueden realizar.
Las personas mayores puede asistir a clubes de adultos para hacer actividades como baile y ejercicios para mantenerse saludable física y mentalmente, así evitar los vicios del juego.

Fuente: Licenciada en Sicología Clínica, Carmen Benegas.