La disolución de las 100 organizaciones no gubernamentales (ONG), a petición del Ejecutivo, a través del Ministerio de Gobernación, fue aprobada con carácter urgente por los 75 diputados sandinistas y sus aliados.
Otros 16 legisladores, de los 91 que integran el Congreso, se abstuvieron de votar.
El titular del Parlamento, el oficialista Gustavo Porras, dijo en el pleno que con esas 100 oenegés suman 659 las organizaciones sin fines de lucro canceladas en lo que va de este año. Y un total de 858 desde diciembre del 2018.
El legislador Porras explicó que la ilegalización de esas oenegés forma parte de un proceso de ordenamiento “de algo que estaba al garete”, debido, según manifestó, a que había organizaciones sin funcionar y otras que incumplían con las leyes, no rendían cuentas o no cumplían con sus propios estatutos.
“TRABAJO DE LIMPIEZA”. Porras indicó que continuarán “con este trabajo de limpieza” bajo el argumento de que no pueden existir más de 6.000 oenegés en Nicaragua “que no estén haciendo nada”.
El titular del Parlamento también ha calificado a los organismos sin fines de lucro de “instrumentos del neoliberalismo”, de haber “tomado auge en los gobiernos neoliberales” –en alusión a las Administraciones entre 1990 y 2007–, “precisamente para actuar como instrumento contra los sindicatos y la organización del pueblo”.
El diputado Filiberto Rodríguez, promotor de las iniciativas, ha sostenido que las oenegés afectadas utilizaron recursos de las donaciones que recibían para intentar derrocar a Ortega.
EFE