El material narra la travesía de los peregrinantes que van con esperanza de rendir humildemente su promesa a la Virgencita Azul de Caacupé en agradecimiento por lo recibido. Ka’akupe se grabó durante tres años de experiencia real junto a los peregrinantes y servidores de Caacupé, y el filme fue seleccionado en el 2017 por la Secretaría Nacional Cultura para representar a Paraguay en el Concurso de fotos y videos de patrimonio cultural inmaterial de la Unesco.
TRAMA. El documental, rodado de 2013 a 2015, se inicia con la travesía de don Bernardino Vargas y su familia, cruzando los cerros de Paraguarí y Pirayú, hasta llegar al Tape Tuja, y de allí, subir el cerro de Caacupé. La producción muestra a peregrinantes que llegan de todas partes a la Villa Serrana, así como los servicios al peregrino que se potencian en la festividad de la Virgen.
El filme también expone a las llamadas monjas del silencio, que preparan miles de hostias para la celebración central del 8 de diciembre, así como a los servidores que se desviven en diferentes puestos de trabajo: el altar, las cadenas, sirviendo agua, emergencias y animando a los peregrinos.
Cumplir con la promesa a la virgencita es fundamental para el peregrino, y el documental refleja cómo estos realizan la tarea de llegar a la Basílica de Caacupé, ya sea a pie, caballo, en vehículos o en la tradicional peregrinación a carreta.
El material recupera las historias detrás de esa travesía de llegar a Caacupé. Allí, cada peregrino busca cumplir con su promesa, sean nativos, jineteros, servidores, estacioneros, religiosos y familias enteras. Todos ellos se regocijan con el agua del Ykua y oran con las velas azules en el templo, tras la caminata.
PROCESO. En el 2013, el equipo de rodaje inició la primera travesía realizando una serie de registros audiovisuales. Su director, Carlos Cáceres, reconoció –sin embargo– que se debía profundizar la investigación y recopilación de datos e imágenes, por lo cual se planificaron más grabaciones para el año siguiente.
En el 2014, los preparativos se concentraron en las expresiones populares más simbólicas, por lo que las filmaciones giraron en torno a dos protagonistas de la festividad: las carretas procedentes desde Paraguarí, y los nativos que venían del Chaco. En el 2015 acabó el rodaje, con la visita del papa Francisco a Paraguay.