El consumo de drogas y el tráfico que afecta a las comunidades en torno a las instituciones educativas están jugando un papel central en la exclusión escolar, según lo observado por el investigador educativo Rudi Elías.
El experto forma parte de un equipo de investigadores que indagan sobre las causas actuales de la exclusión educativa en distintas zonas.
En algunos barrios o ciudades, el consumo de drogas combinado a que los colegios se ubican en zonas más lejanas a sus hogares son causas del alejamiento o exclusión de los escolares. “Es una problemática que no se dimensiona correctamente”, apunta Elías. Como la investigación es incipiente, aún no cuentan con datos duros sobre este drama social.
Además, el investigador ex plica que enviar a expertos de la Policía Nacional o agentes antidrogas no resuelve la situación. El abordaje debe ser integral y comunitario porque de lo contrario se piensa solo en lo punitivo. “Creemos que en comunidades más fuertes, la respuesta contra estos problemas se abordan mejor o las respuestas suelen ser más fuertes”.
Mirada. El trabajo de los docentes es fundamental para frenar la exclusión educativa. “Si los chicos dejan de ir, las maestras se acercan a la casa y conocen muchas realidades, ese acercamiento es demasiado importante. El MEC puede mirar qué herramientas o seguimiento puede dar a los educadores para que no se sientan muy solos en estas iniciativas”, cuenta el especialista.
La franja etaria más afectada en la exclusión es la del tercer ciclo y la educación media.
La asistencia escolar de 5 a 9 años de edad es del 95,6% (EPH 2021), pero a medida que suben los años de edad, desciende la escolaridad. La cifra de asistencia escolar es de apenas el 83,9% en adolescentes de 15 a 17 años.
Otros factores. Como señalan estudios locales e internacionales, la principal causa de deserción es la económica. Y en Paraguay, casi 1 millón de niños, niñas y adolescentes viven en la pobreza.
“Por temas económicos, como ejemplo las estudiantes son quienes quedan a cuidar a sus hermanitos porque la mamá o ambos padres deben ir a trabajar”, explica Natalia Vega, coordinadora ejecutiva de la Federación Nacional de Estudiantes Secundarios (Fenaes).
La educación no es gratuita, afirma la joven. Se invierte en pasajes, almuerzo y merienda. “En muchas instituciones también lucran con el uniforme”. Una tercera causa es la falta de motivación.
La falta de motivación que se promueve en los colegios y no tener opciones para vivir al salir también afecta.
Natalia Vega,
dirigente de la Fenaes.
Estos temas como las drogas deben abordarse en y con la comunidad. Son cuestiones que no se están considerando.
Rudi Elías,
investigador.