20 sept. 2025

“Dos mil a cero”, una marca que debe ser revertida con urgencia

“Hoy (los integrantes del EPP) nos ganan dos mil a cero. Todos ya están preocupados por los cargos a asumir en las elecciones próximas, ¿y la seguridad del país?”, fue el contundente cuestionamiento de Beatriz Denis, hija del secuestrado ex vicepresidente de la República Óscar Denis. Se entiende que el dolor de los familiares, al no tener noticias de don Óscar, quien hoy cumple 92 días de cautiverio, lleve a declaraciones fuertes, buscando obtener respuestas. Más allá de cuál sea la diferencia real, el Gobierno sigue sin obtener resultados en la lucha contra las bandas criminales y sin ofrecer ninguna noticia sobre las tres personas secuestradas. Ocuparse más por conquistar espacios de poder en las próximas elecciones, relegando la seguridad y los problemas acuciantes del país, produce un grave daño a la democracia.

Con un lenguaje duro y contundente, las hijas del ex vicepresidente de la República Óscar Denis Sánchez, quien hoy cumple 92 días de permanecer secuestrado en manos del grupo armado criminal que se hace llamar Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), han cuestionado la absoluta ineficacia del Gobierno en lograr noticias sobre el paradero de don Óscar y de las otras dos personas secuestradas, Edelio Morínigo (cumple 2.350 días de cautiverio) y Félix Urbieta (cumple 1.519 días).

De manera muy gráfica, usando la figura de los goles con que se miden las diferencias en el mundo del fútbol, Beatriz Denis, hija de don Óscar, dijo que el grupo criminal EPP hoy les gana “no mil, sino dos mil a cero” al Gobierno y al resto de la sociedad paraguaya.

Reafirmó que el Gobierno debe garantizar la libertad de todos los habitantes de la República. “La Constitución lo dice: ‘Toda persona tiene el derecho a ser protegida en su libertad y seguridad’. Entonces, que (el Gobierno) garantice lo que establece la Constitución, que no se quede solo en letras, sino que cumpla con lo que le corresponde hacer”.

Sin embargo, desde el inicio del secuestro, los familiares no han recibido ningún dato concreto sobre la suerte de don Óscar y los demás cautivos.

“Hoy todos ya están preocupados por los cargos a asumir en las elecciones próximas, ¿y la seguridad del país?, ¿no piensan que pueden ser ellos los próximos secuestrados?”, cuestionó. También reprochó que las autoridades “no pueden tomarse vacaciones de su deber fundamental: garantizar la libertad de los habitantes de nuestro querido Paraguay”.

Estas y otras afirmaciones, hechas desde la plaza principal de la ciudad de Concepción, en vísperas de la festividad central de la Virgen de Caacupé, nuevamente interpela a toda la sociedad paraguaya, poniendo de relieve la absoluta ineficacia del Gobierno y otras instituciones del Estado en la lucha contra las bandas armadas criminales del Norte, que siguen pudiendo secuestrar impunemente y mantener privados de su libertad a ciudadanos de este país por muy largo tiempo, sin siquiera permitir que sus familiares sepan qué ha pasado con ellos.

Es comprensible que el dolor de los familiares, al no tener noticias de don Óscar, lleve a declaraciones fuertes, buscando obtener respuestas.

Más allá de cuál sea la diferencia real en la puja entre el EPP y el Gobierno, está claro que el grupo armado criminal sigue imponiendo las reglas y no puede ser desactivado, a pesar de su escaso número ante la proporción de las fuerzas policiales y militares, y de todo el millonario presupuesto que se destina anualmente a sus operativos. Haber podido abatir recientemente a algunos miembros del grupo armado no es suficiente, cuando nada se puede informar sobre Óscar, Edelio y Félix, y cuando los principales líderes del grupo siguen sin poder ser capturados.

Tal como bien señalan con todo su dolor las hijas de don Óscar, ocuparse más por conquistar espacios de poder en las próximas elecciones, relegando la seguridad y los problemas acuciantes del país, produce un grave daño a la democracia.