Periodistas de la AFP oyeron dos fuertes explosiones en el centro de Bagdad y acto seguido se activaron las sirenas. Este ataque se produce 24 horas después del disparo de 22 misiles iraníes sobre bases que albergan a soldados estadounidenses y de la coalición internacional en Bagdad y que no causaron víctimas.
Se trata del tercer ataque en la Zona Verde desde que un dron estadounidense mató al general iraní Qasem Soleimani hace cinco días en la capital iraquí.
EEUU acusó al grupo Hashed al Shaabi de estar detrás de los ataques con cohetes a la Embajada estadounidense en Bagdad y a las bases que albergan a tropas estadounidenses en el país. Ayer, las facciones más duras del Hashed al Shaabi, una red de milicias armadas incorporadas a las fuerzas de seguridad iraquíes con estrechos vínculos con Teherán, anunciaron que vengarían los ataques estadounidenses.
El jefe paramilitar Qais al Jazali –considerado como “terrorista” por EEUU– dijo que la respuesta de Teherán a Washington “no será menor que la respuesta iraní”. Harakat al Nujaba, una facción de la línea dura de Hashed, anunció venganza.
BAJAR TENSIÓN. El secretario general de ONU, António Guterres, insistió ayer a los líderes del mundo que detengan la escalada de violencia ante la crisis desatada en Medio Oriente.
Asimismo, insistió en un “ardiente llamamiento por la paz” y enfatizó a los líderes del mundo “detener la escalada”, además de invitar a la “máxima moderación, el restablecimiento del diálogo y la renovación de la cooperación internacional”. AFP Y EFE