07 nov. 2025

Descubren el punto caliente del cerebro donde se produce el envejecimiento

Un grupo de investigadores identificaron los cambios genéticos en el cerebro que inducen al envejecimiento, así como la zona donde esas alteraciones están más presentes, lo que podría contribuir de manera significativa al desarrollo de terapias para ralentizar o controlar el deterioro causado por la edad.

CEREBRAL OK.jpg

Células cerebrales, llamadas tanicitos, iluminadas y codificadas por colores según su profundidad en el hipotálamo cerebral de un ratón.

Foto: EFE.

Los hallazgos, descritos este miércoles en la revista Nature, son fruto del mapeo genético de más de 1,2 millones de células de 16 regiones del cerebro de ratones jóvenes (de dos meses) y viejos (de 18 meses), en el marco de la ambiciosa iniciativa de investigación cerebral BRAIN, financiada por los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos.

La ciencia recurre al cerebro de los ratones para estudiar el humano, ya que comparten similitudes en cuanto a estructura, función, genes y tipos celulares. En este caso, los ratones envejecidos usados en el estudio equivalen a la mediana edad en el ser humano.

Te puede interesar: Posponer la vejez: Las personas sienten que ahora se envejece más tarde, según estudio

Al estudiar los cerebros de ratones jóvenes y viejos, los científicos vieron que hay docenas de tipos celulares específicos que sufren cambios significativos en su expresión génica con la edad: mientras los genes asociados a la inflamación aumentan su actividad al envejecer, los relacionados con la estructura y función neuronal la disminuyen.

Conexión con la dieta

Además, descubrieron un punto caliente específico en el cerebro, en el hipotálamo, en el que se produce de forma intensa tanto la disminución de la función neuronal como el aumento de la inflamación.

Los cambios más significativos en la expresión génica se observaron en tipos de células cercanas al tercer ventrículo del hipotálamo, una zona del cerebro que produce hormonas que controlan, entre otros, la temperatura corporal, la ingesta de alimentos, el uso de la energía recibida de la comida, el metabolismo o la forma en que el cuerpo utiliza los nutrientes.

Este hallazgo implicaría, según los autores, que existe una conexión entre dieta, estilo de vida, envejecimiento cerebral y los cambios genéticos que pueden influir en una mayor vulnerabilidad a los trastornos cerebrales relacionados con la edad.

Lea más: El embarazo podría envejecer más rápido a jóvenes adultas, según estudio

“Nuestra hipótesis es que hay tipos de células en el cerebro que se van haciendo menos eficientes con la edad y contribuyen al envejecimiento del resto del cuerpo”, explica en un comunicado una de las autoras, Kelly Jin, científica del Instituto Allen de Ciencias del Cerebro de la universidad estadounidense de Washington.

Nuevos tratamientos

El estudio “sienta las bases para desarrollar intervenciones dietéticas o farmacológicas destinadas a combatir el envejecimiento celular y mantener la salud neurológica hasta una edad avanzada”, agrega la investigadora.

“Queremos desarrollar herramientas que puedan dirigirse a esos tipos de células, mejorar su función y ver si así podemos retrasar el proceso de envejecimiento”, señala el doctor Hongkui Zeng, director del Instituto Allen.

Esta investigación se alinea con otros estudios recientes que relacionaron el envejecimiento con cambios metabólicos, así como con investigaciones que sugieren que el ayuno intermitente, una dieta equilibrada o la restricción calórica podrían mejorar la esperanza de vida.

Fuente: EFE.

Más contenido de esta sección
El papa León XIV se reunió por primera vez ayer con el presidente palestino, Mahmud Abás, en un contexto humanitario lacerante en Gaza, casi un mes después iniciada la tregua en la Franja devastada por la guerra.
El juicio por la mayor causa de corrupción en la historia de Argentina comenzó este jueves y tiene como acusada estela a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien está en prisión domiciliaria por otro caso de administración fraudulenta.
En una pequeña cocina de Pompeya, entre morteros y ánforas de vino, los arqueólogos de esta ciudad romana sepultada por la erupción del Vesubio hallaron un objeto singular: un cuenco fabricado en Egipto y usado en un thermopolium, una especie de local de comida rápida de la época.