Dan clases en plurigrados por clausura de ocho aulas

Dos y hasta tres grados del tercer ciclo de la Escolar Básica y algunos cursos de la Educación Media comparten espacios bajo un mismo techo en el Colegio Nacional Juan Ramón Dahlquist.

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Este método, conocido como plurigrado, se aplica por la escasez de aulas, pues todo un pabellón está clausurado desde hace dos años.

Es común ver plurigrados en el interior del país, normalmente por la falta de infraestructura, de rubros o por la escasa cantidad de alumnos. La mezcla de grados se da igualmente en situaciones de emergencia, cuando las escuelas quedan anegadas por la inundación.

Son ocho en total las aulas cerradas, debido al riesgo de derrumbe que se detectó en la primavera del 2015, cuando parte del techo de uno de estos salones se vino abajo.

Directores y docentes recurrieron al sistema de plurigrados para evitar dar clases en el tinglado deportivo de la institución educativa.

Pero apiñados tanto bajo el tinglado como dentro de las aulas, el problema es básicamente el mismo: Cuesta más la atención en clase, según manifiestan profesores.

El sistema de distribución es sencillo, cuenta el profesor de Contabilidad Luis Hermosilla, quien es también profesor guía en el Dahlquist, colegio ubicado en una de las entradas del barrio Ricardo Brugada.

Los más jóvenes, los del séptimo y octavo grados, sí utilizan un aula por grado, mientras que los de grados mayores comparten salón.

“La atención es lo que más cuesta cuando compartimos salas, porque además algunas son más pequeñas que otras”, asegura la profesora catedrática Carmen Cano.

En lista. El Municipio de Asunción se comprometió a encargarse de la refacción del pabellón con peligro en el colegio de la Chacarita; sin embargo, la obra deberá esperar. “Todavía estamos en proceso de elaboración del proyecto de reconstrucción del Dahlquist”, aclaró el ingeniero Christian Meyer, director de Fonacide en la capital.

Indicó que la intención es emprender una obra integral que incluya además a la escuela, que funciona en un edificio colindante.

El funcionario expresó que los procesos burocráticos son muy engorrosos y solo en documentaciones tardan un año antes de las licitaciones.

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