Según el alto funcionario chino la postura actual de Washington “también perjudicará los intereses de las empresas y los pueblos de ambos países, y tendrá un impacto desastroso en la economía mundial”.
Las relaciones entre ambas potencias están en su nivel más bajo en décadas, en parte por las restricciones comerciales de Estados Unidos.
INVERSIONES PROHIBIDAS. Este mes el presidente estadounidense, Joe Biden, emitió una orden ejecutiva para restringir ciertas inversiones estadounidenses en China en áreas sensibles de alta tecnología, una medida que Pekín considera como “antiglobalización”.
Las nuevas reglas, que deberían implementarse el próximo año, afectan a sectores como los semiconductores y la inteligencia artificial.
En este sentido, el primer ministro instó el martes a Estados Unidos a cambiar de rumbo, diciendo que “las dos partes deben fortalecer la cooperación mutuamente beneficiosa, reducir la fricción y la confrontación, y promover conjuntamente la recuperación económica mundial y hacer frente a los desafíos globales”.
AGENDA DE WASHINGTON. Por su parte, Raimondo enfatizó la importancia de una comunicación abierta y señaló áreas de “preocupación global” como el cambio climático, la inteligencia artificial o la crisis del fentanilo, asegurando que Washington quiere “trabajar con ustedes como dos potencias globales para hacer lo que es correcto para toda la humanidad”.
“El mundo espera que hagamos más, juntos, para resolver estos problemas”, dijo.
Raimondo también reiteró la posición de Estados Unidos de que no está buscando desconectar su economía de la de China.
“Buscamos mantener nuestra relación comercial de 700.000 millones de dólares con China...”, indicó la funcionaria.
La responsable estadounidense también se reunió el martes con el vice primer ministro de China, He Lifeng, y describió la relación comercial entre los dos países como “una de las más importantes” del mundo.
“Gestionar esa relación de manera responsable es fundamental para nuestras dos naciones y, de hecho, para todo el mundo”, dijo durante una parte de la reunión abierta a los periodistas.
También hizo hincapié en que Estados Unidos “nunca transigirá en proteger nuestra seguridad nacional”.
En una reunión el lunes entre la secretaria estadounidense y el ministro de Comercio, Wang Wentao, ambos acordaron crear lo que Washington llama un “intercambio de información” para “reducir la incomprensión de las políticas de seguridad nacional de Estados Unidos”.
Sin embargo Wang dijo tener “serias preocupaciones” sobre las restricciones comerciales de Washington a las empresas chinas, en particular por los aranceles a productos chinos o los “subsidios discriminatorios”.
La secretaria de comercio es una de las altas funcionarias estadounidenses que visitó China en los últimos meses como parte de un esfuerzo de Washington para mejorar sus relaciones con su mayor rival estratégico.