Así lo destacó, en una entrevista con Efe, Fernando Mudarra, responsable de la ONG Ayuda en Acción, una organización que lleva más treinta años en once países de Latinoamérica, trabajando contra la pobreza y la desigualdad.
“El agua es un tema capital. Todo el ciclo del agua está muy fragmentado en la mayor parte de América Latina. Se debe integrar en agencias para que se ocupen del manejo del recurso en su conjunto”, señaló Mudarra.
Pese a que, según el Banco Mundial (BM), el 31 % de los recursos de agua dulce del mundo se encuentra en América Latina, esta riqueza no “está bien distribuida y, en muchos casos, está desperdiciada”.
“En La Paz, en Bolivia (país que se enfrenta a la peor sequía de los últimos 25 años), hay estudios que denuncian que el 60 % del agua se pierde en la distribución. Estamos ante sistemas que son muy viejos y donde no se recicla nada”, comentó el experto.
Además de las fugas, la organización incide en la necesidad del trabajo en las zonas rurales, donde “no solo basta con llevar agua y perforar un pozo”.
También, según datos del Banco Mundial, en las últimas dos décadas se han logrado enormes avances y más de 70 millones de personas han accedido al servicio de agua en los centros urbanos.
Sin embargo, para Ayuda en Acción el problema se centra en el mundo rural, donde “nos encontramos en algunos casos con un 50 % de población que no tiene acceso a agua potable y deben ir con un balde a una fuente cercana”.
La intervención de esta ONG en Colombia, por ejemplo, se ha centrado desde hace 11 años en el control del ciclo del agua.
“En Colombia todavía hay tres millones de personas sin acceso a agua potable, sobre todo en la zona Atlántica y Pacífica”, comentó.
“Por poner un ejemplo, junto a actores locales, Ayuda en Acción está interviniendo en la zona de los Montes de María, donde el objetivo es llevar agua al mayor número de población posible”, añadió Mudarra.
Fruto de ese trabajo, la ONG ha producido junto a la Corporación Desarrollo Solidario y Planeta Paz un documental titulado “El campo tiene sed”, que describe la lucha de las comunidades rurales de la región por el derecho al agua potable.
El documental muestra el retorno de una población que tuvo que abandonar sus casas por la violencia armada en 2000 y que, a su regreso, no cuenta con recursos hídricos pese a la riqueza de la región.
Frente a la opulencia de parte del continente, la otra cara de la noticia es la tragedia por inundaciones que Perú vive estos días.
Para la ONG, que se encuentra trabajando en la provincia de Gran Chimú, en la región La Libertad, una de las más golpeadas por la tragedia, la escasez de agua potable y la falta de salubridad son los problemas más urgentes de la zona.
“En Perú se está produciendo una situación complicada por el cambio climático. Este es otro factor. Por eso el agua es clave para el desarrollo de las comunidades”, concluye Mudarra.
Este 22 de marzo se celebrará el Día Mundial del Agua bajo el lema “Aguas residuales, ¿por qué desperdiciar agua?”.
Juan Carlos Gomi
