Asunción debe conservar y aumentar áreas verdes para mitigar raudales

Parques como punto de retención, pisos para infiltración y recuperar cauces son algunas estrategias que deben implementarse. Experto asevera que es clave voluntad política para implementarlas.

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Los fenómenos naturales, que se anuncian serán cada vez más extremos, encuentran a su paso a ciudades como Asunción y alrededores con una urbanización desordenada, con la alteración de los espacios naturales y la baja inversión en infraestructura para hacer frente a los eventos climáticos. Esto genera caos y hasta víctimas fatales en la mayoría de los episodios de lluvia. Ante esta compleja situación, el ingeniero agroambiental y máster en manejo de recursos hídricos Eduardo Dose da algunas recomendaciones para la mitigación.

El profesional señala que es clave realizar la planificación por microcuenca. Estudiar qué estrategia de drenaje pluvial sería la más adecuada, de acuerdo con las características de cada sitio. A las realidades como presupuesto, ocupación, valor del territorio.

Resalta que en el país existe suficiente capacidad técnica para generar diagnósticos y una serie de estrategias para soluciones de ingeniería, pero finalmente es una cuestión de voluntad política. Advirtió que cuanto más pase el tiempo de crecimiento de urbanización en desorden, más compleja será la solución y aumentará la demanda de presupuesto.

Varios frentes. Hizo énfasis en apostar por las infraestructuras verdes que ayudan a que las aguas de lluvia, en vez de escurrir y generar , se infiltren en el suelo o queden retenidas por un cierto tiempo.

Un sistema de retención verde puede ser una plaza o parque, que en días de precipitación actúan como puntos de retención. La adaptación para este fin puede darse de manera natural, si dan las condiciones del territorio, o realizar movimiento de suelo, indicó. “Con ello se retiene la mayor cantidad de caudal y se libera de a poco cuando pasa el evento. Lo que se hace es suavizar el pico de inundación reteniendo el caudal de agua en un cierto lugar”.

Citó también la utilización de pisos que no son totalmente impermeables, permitiendo que el agua vaya al suelo. Esta infraestructura, comentó, puede utilizarse en lugares como estacionamientos y veredas.

“Todo lo que implique que el agua no pase a las correntías, que formaría , y se busque la forma de infiltrar en mayor forma, o lo que se escurre se retenga en un lugar temporalmente son medidas de mitigación. Pero los espacios verdes son los que se deben mantener o incluso aumentar la superficie”.

Resaltó la necesidad de conservar y aumentar las superficies de áreas verdes. Mencionó el caso del proyecto de Universidad Taiwán, que planea instalarse en el Parque Guasu Metropolitano. “Y así se van copando territorios que van sumando caudal a los raudales en la capital”.

Asunción, resaltó, tiene un crecimiento desordenado. No se delimitan las áreas de humedales donde los raudales deben quedarse y, en vez de eso, van a las calles. Expuso que cuando se impermeabiliza todo lo que hay se genera una palangana.

“Los raudales se generan por una modificación del ciclo hidrológico natural, que es la incapacidad de infiltración del agua. La única forma es preservar las áreas verdes y ver las estrategias para aumentar”.

Manifestó que en los ordenamientos se debe tener en cuenta el agua: dónde están las vertientes, las áreas de estancamientos, de escurrimiento.

Cosecha. Los drenajes pluviales se ven rebasados por el nivel de caudal que se genera. Por ello se necesitan también acciones complementarias que ayuden, afirmó el especialista. En los hogares puede realizarse la cosecha de agua de lluvia. Para ello, especificó que los tanques deben estar en la superficie para la acumulación por gravedad. Aclaró que esta estrategia debe ser de aplicación masiva en las comunidades para evitar que menos agua vaya a la calle.

Cauces. Sobre el entubamiento de arroyos, dijo que hay que estar conscientes de que la lluvia quedará sin la red de drenaje natural, cuya función cumplen los cauces. Ante esto, el ingeniero manifestó que se debe tener una planificación de drenaje y prever una retención temporal si la afectación es considerable.

Consideró que los arroyos se deberían de renaturalizar. Es decir, devolver el lugar de escurrimiento natural del agua. “La franja ribereña, que es inundable, al ocuparse por la urbanización generan los raudales que afecta a la ciudad”. Mencionó que en países como España se fomenta la re naturalización y creación de parques lineales.

Tenemos un bajo porcentaje de drenaje y estamos reduciendo las áreas verdes que sirven de infiltración. Eduardo Dose, MSc Recursos Hídricos.

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