“Hay personas que testimonian que hace tiempo no se confesaban y con esta visita de la reliquia se han acercado”, comparte fray Laborde sobre la influencia que ejerce el corazón incorrupto de San Pío de Pietrelcina en los fieles.
El capuchino uruguayo es actualmente el guardián del convento, donde yace el cuerpo de San Pío y las reliquias, como su corazón petrificado. Laborde fue elegido como custodio por primera vez entre el 2007 y 2013. El año pasado fue designado para el tercer periodo.
“No hay ningún mérito para eso”, cuenta sobre su designación para velar por el relicario y el cuerpo embalsamado de San Pío, que descansa dentro del convento San Giovanni Rotondo, Italia.
“Son designaciones de nuestros superiores y consideraron nombrarme a mí, pero podían haber nombrado a otro”, agrega con desinterés a los rótulos.
Antes de convertirse en guardián de esa fraternidad capuchina, estuvo como director de la Casa del Postulado, en Morcone, y fue párroco en Pietrelcina, el pueblo natal del padre Pío.
“Hay peregrinos todos los días, gente que va en grupo no solo de Italia, sino de Europa y todo el mundo”, señala.
Ellos se ocupan de guiar a los fieles al lugar donde vivió el santo capuchino, quien fue el primer sacerdote en presentar los estigmas de Cristo en su cuerpo.
Además de relatarles la historia, realizan maratónicas confesiones. “Generalmente, en San Giovanni Rotondo, la gente se confiesa porque asocia al padre Pío al sacramento de la penitencia. Las confesiones son muy numerosas”, apunta.
Inédito. La venida de la reliquia se dio a instancias del embajador paraguayo Esteban Kriskovich, en la Santa Sede. “Sinceramente, pensé que no iba a ser posible. Yo estaba convencido de que la respuesta iba a ser que ‘no’ porque no era fácil. Sin embargo, me sorprendió que el arzobispo capuchino, Michelle Castoro, mostró su buena voluntad y así las cosas fueron encaminándose con la colaboración directa de los hermanos capuchinos de aquí", cuenta sobre lo que coincide en señalar que solo el papa Francisco y Paraguay lograron sacar el corazón de San Pío del convento. “Puedo decir que es el primer país que el padre Pío visita, amén de los Estados Unidos, donde estuvo no de un modo oficial porque fue un poco improvisado. Estuvo en Boston hace dos años por requerimiento de los capuchinos, pero aparte de eso es el primer país que el padre visita y es el Paraguay”, suscribe.
Más del guardián
Fray Carlo Maria Laborde, hijo de inmigrantes franceses, nació en 1954 en Colonia, Uruguay. Estudió en el Instituto Italiano de Cultura de Montevideo. En la década de 1970 conoció el convento San Giovanni Rotondo, y emprendió la carrera para ser capuchino. Se ordenó definitivamente religioso en 1984. La ordenación sacerdotal vino en junio de 1987, por el propio papa Juan Pablo II, en la Basílica de San Pedro.
Su paso por la Capital Espiritual
Durante varios minutos, muchas personas esperaron en la fila para llegar hasta la reliquia de San Pío. El corazón del santo estuvo presente hasta el mediodía de ayer en el Basílica de la Virgen de Caacupé, informó el corresponsal Darío Bareiro. Hoy la reliquia estará presente en Ciudad del Este y el Convento San Francisco de Asís. Mañana irá a IPS y se realizará una gran celebración en el León Coundou.