23 abr. 2024

Víctima de accidente murió luego de 25 años sin que se hiciera justicia

Carolina María Esther Ramírez Ríos (46) falleció ayer, domingo, luego de más de 25 años del accidente automovilístico que la dejó en estado vegetativo. No hubo imputados en su causa.

“Carolina se apagó como una vela, ahora será nuestro ángel, era una joven tan inteligente, dedicada a sus estudios y al deporte antes de sufrir el accidente automovilístico. Cambió por completo su vida y la de nuestra familia”, empezó relatando la tía Noly Ríos.

Comentó que el sábado por la noche estaba con taquicardia y sudaba mucho, pero no se imaginaron que ya era efectos de su despedida final.

“Mi hermana (mamá de Carolina) me llamó a contar que a las 6.00 aproximadamente falleció, luego de 25 años de estar en estado vegetativo”, señaló.

Además explicó que nunca van a olvidar aquella noche del 13 de setiembre de 1992, cuando se produjo el accidente. “Marcó nuestra vida para siempre”.

Eran las 21.00 aproximadamente cuando Carolina había salido de la Facultad de Ciencias Contables de la Universidad Católica, donde cursaba el segundo semestre, y se dirigía a su casa al mando de su pequeño automóvil Suzuki; estaba en compañía de su amiga Cira Bejarano. Su madre Ketty Ríos viuda de Ramírez le llamaba la cáscara de nuez a su autito.

Cuando llegaron sobre la avenida General Santos, a la altura de la Misión de Amistad, se estrelló contra una camioneta. Aunque llevaba puesto el cinturón, se lastimó la cabeza con el impacto. Por entonces Carolina acababa de cumplir 21 años. En cuanto a su amiga, falleció dos días después.

Sin embargo, nada se supo del que iba a bordo de la camioneta; tras el choque, se dio a la fuga.

“Nunca se hizo justicia, no hubo imputados, ya que no había testigos y el caso quedó en el oparei, como se dice vulgarmente”, lamentó la tía.

el diagnóstico. Carolina sufrió una “lesión de la vía sensitiva a nivel del tronco cerebral o mesencéfalo”. La alimentaban por medio de una sonda conectada directamente al estómago (gastrostomía). Pese a que su cuadro era irreversible, su familia nunca perdió las esperanzas y la cuidaba día a día en su casa.

El 28 de mayo tenía que cumplir 47 años, practicaba paddle, tenis, e iba al gimnasio antes de que ocurriera el accidente, incluso un par de meses antes había regresado de los Estados Unidos, explicó su madre Ketty Ríos, quien dejó su trabajo como educadora para centrarse netamente en el cuidado de ella. En tanto su padre falleció de un infarto aparentemente por no soportar lo ocurrido.


Abrió el debate de la eutanasia
El caso de Carolina fue comparado con el de la italiana Eluana Englaro, quien también sufrió un accidente de tránsito el mismo año cuando volvía en coche de una discoteca y quedó en estado vegetativo.
Sin embargo, sus padres optaron por la eutanasia, luego de que su hija estuvo 17 años en coma.
El Tribunal Supremo de Italia autorizó la desconexión.
Ante esta decisión la madre de Carolina dijo que les faltó ponerle más amor. “Ni por asomo la eutanasia. Nosotros respetamos la vida”. Todo lo ocurrido con ella ha representado a mis hijos y a mí una gran lección de vida”, dijo en una entrevista que había concedido a ÚH.

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