Rosalía Ciciolli
La visión de negocio y la tenacidad de la joven emprendedora Fátima Peralta (32) la llevaron en tan solo cuatro años a conquistar y dominar el mercado local del diseño y la depilación de cejas con hilo.
Fátima es la propietaria de la ya reconocida marca Bar de Cejas, que se inició como un pequeño salón de belleza frente a su casa, y a estas alturas ya cuenta con nueve sucursales propias en Asunción y ciudades aledañas, en donde atiende a un promedio de 25 a 30 clientas por día, por local.
Los inicios de la joven emprendedora no fueron fáciles. Acuciada por la responsabilidad de haber formado una familia y sin un empleo fijo, con una profesión no muy remunerativa de artista plástica, Fátima tuvo que buscar otras salidas laborales que le reportaran ingresos rápidos y fijos.
Fue así que decidió estudiar cosmética, que logró terminar gracias a la insistencia de su madre, aunque sin estar muy convencida de que quería dedicarse de lleno a esta profesión, por los altos costos de los productos.
Su inconformidad la llevó a incursionar en el mundo del maquillaje con la ayuda de su marido, que le pagó algunos cursos y que le reportaron mejores ganancias y oportunidades laborales.
Estética integral. “Así fui descubriendo la importancia de las cejas en la estética integral del rostro y como una parte importante para que el maquillaje se viera realmente completo. Veía que muchas de mis clientas venían con las cejas muy tupidas o con una especie de clavitos sobre los párpados porque se cortaban los pelos con perfiladores. Entonces, yo me dije: ‘Si alguien se dedicara a las cejas exclusivamente, yo podría maquillar tranquila, sin perder tanto tiempo arreglando las cejas’. Se me ocurrió buscar alguna técnica que me ayudara a cuidar las cejas de mis clientas, para que el maquillaje saliera más lindo y completo”, comenta Fátima.
Fue así que se puso a buscar en internet técnicas de depilado de las cejas que no incluyeran ni pinzas ni cera. Durante su pesquisa logró dar con la técnica de depilación con hilo, aunque la descartó en un primer momento porque pensó que no tendría éxito entre sus clientas. Pero ante la ausencia de otra alternativa, decidió experimentar con este método de depilado de cejas.
Fátima comenzó a prestar servicios casa por casa y a difundir su nueva técnica de depilado a través de su cuenta de Facebook. Las clientas empezaron a llenar su casa de Villa Elisa, y algunas, incluso, cruzaban toda la ciudad para acceder a su novedoso servicio.
decisión final. En medio de eso, obtuvo una oferta de trabajar en un canal como maquilladora, con una oferta salarial de sueldo mínimo. “Ante esto, le dije a mi marido que me quedaban dos alternativas: O aceptaba este empleo con sueldo mínimo o me arriesgaba a abrir mi propio local”. Y venció la segunda opción, abrió un pequeño salón frente a su casa, que después ante la alta cantidad de clientas, lo mudó a un local un poco más grande y accesible, aunque tampoco fue suficiente. Finalmente, optó por abrir un local más grande sobre Bulnes y Lillo y dedicarse en forma exclusiva al depilado de cejas con hilo.
Ante la alta demanda, Fátima decidió formar a otras chicas para que le ayudaran a satisfacer a la exigente clientela. Fue así que su negocio fue ganando notoriedad y la impulsó a abrir otros locales, a pedido de sus clientas, en Luque, primero, y luego en Lambaré y en otros sectores de Asunción, hasta llegar a nueve, que es la cantidad de sucursales propias con que cuenta hoy su exitoso Bar de Cejas.