La ambulancia llegó a la ciudad a las 23.30 y hasta esa hora las personas la esperaron para darle el último adiós. Algunos la acompañaron en caravana rumbo al velatorio que fue en Yacuty, en la casa de su padre, Gustavo Torres.
La caravana fue encabezada por bomberos voluntarios azules, quienes con sus sirenas despedían a la niña.
Los ciudadanos se concentraron en el punto de acceso a San Ignacio. Estaban en vehículos, motocicletas e incluso a pie.
Verónica Vargas, una de las responsables de la convocatoria, dijo que la idea surgió entre un grupo de padres, quienes se autoconvocaron por la red social Facebook y grupos de WhatsApp.
De esta manera, los ciudadanos de San Ignacio repudiaron el homicidio de la pequeña y pidieron justicia, para que este caso no quede impune, según manifestaron algunos. (V. R.)