EFE
ANDREEVO - BULGARIA
La nueva Agencia Europea de Guardia de Fronteras y Costas ha comenzado a funcionar ayer como respuesta a la crisis de refugiados del pasado año, con el objetivo de coordinar y repartir mejor la gestión de los flujos migratorios y la amenazas de seguridad.
“A partir de ahora, la frontera exterior de la UE de un Estado miembro es la frontera exterior de todos los Estados miembros, tanto legal como de forma operativa”, indicó el comisario europeo de Inmigración, Dimitris Avramopoulos, desde el cruce fronterizo Kapitan Andreevo, entre Bulgaria y Turquía.
Avramopoulos participó en la ceremonia de lanzamiento de este nuevo organismo que, dijo, permitirá a la UE “estar mejor equipados que antes para enfrentar la inmigración y los desafíos de seguridad”.
SOLIDARIDAD DE ESTADOS. El comisario griego afirmó que este mecanismo “convierte en realidad los principios de responsabilidad y solidaridad compartida entre los Estados miembros de la Unión”. La nueva agencia fue propuesta por la Comisión Europea (CE) en diciembre, ante la constatación de que Frontex, la Agencia Europea de Control de las Fronteras Exteriores que venía funcionando desde 2005, no tenía la capacidad, los recursos ni las competencias para afrontar la oleada de refugiados. Se espera que este nuevo organismo sea capaz de ayudar de forma más efectiva a los socios comunitarios a gestionar problemas en sus fronteras. La Agencia tiene ahora autoridad para vigilar y coordinar acciones e incluso intervenir ante situaciones de urgencia si un país lo pide o, incluso, si así los decide la CE, si un Estado miembro no puede o quiere actuar. Este último escenario es descrito como un “último recurso” cuando el país afectado no puede aplicar las medidas necesarias y cuando la situación es de tal gravedad que afecte al funcionamiento del espacio Schengen de libre circulación. Aún así, Avramopoulos precisó que la Agencia “no existe por separado de los Estados, ni reemplaza sus obligaciones”.
En esos casos de emergencia, la Agencia será capaz de poner a 1.500 guardias fronterizos de forma inmediata a disposición del socio comunitario que lo necesite.