El Tribunal de Apelación Penal de la Adolescencia y Apelación de la Niñez y la Adolescencia, de la Circunscripción Judicial de Alto Paraná, integrado por los jueces Ramón Echeverría, Mirian Brítez y Bertha Ávalos, declaró inadmisible el recurso de apelación presentado el 27 de setiembre de 2016 por la defensa del agente policial Narciso Cañete Cáceres, quien había sido condenado por lesión corporal en el ejercicio de sus funciones públicas, cuya causa se inició en el 2012 en Ciudad del Este, por lo que se confirmó su sentencia.
La fiscala de la Unidad Especializada de Derechos Humanos, Liliana Zayas, explicó sobre los antecedentes del caso y mencionó que un Tribunal de Sentencia condenó al policía a una pena de cinco años de prisión; sin embargo, para el Ministerio Público no fue justa la pena, por lo que se decidió apelar.
“No estuvimos conformes, por ello interpusimos un recurso de apelación. En un segundo juicio oral logramos aumentar la condena a siete años y seis meses. Esto fue objeto de recurso de apelación por parte de la defensa, que finalmente el Tribunal resolvió declarar inadmisible, debido a que los abogados defensores, con el recurso en alzada, pretendía la revisión de la situación fáctica que ya había sido revisada en el primer juicio; no era objeto de revisión del segundo, pues solo había que revisar la medición de la pena”, explicó.
Zayas indicó estar conforme con el resultado obtenido. “Celebro con la familia de la víctima que confió en el Ministerio Público para lograr justicia”, dijo.
Refieren los antecedentes que el hecho ocurrió en el kilómetro 10 de la ruta Gaspar Rodríguez de Francia y fue denunciado por Alberto Medina Rodríguez, ya que resultó víctima su hijo Anderson Medina Giménez.
Cañete Cáceres, que en ese entonces se desempeñaba como agente policial asignado a la Subcomisaría 46ª del barrio San Juan, dio apoyo a una persecución del vehículo del denunciante y realizó disparos contra este, quien resultó herido en uno de los hombros.
En su momento, el padre de la víctima manifestó a los medios de comunicación que constantemente recibía amenazas, inclusive hasta motochorros le enviaron para amenazar a su hijo.