Sin embargo, desde hace tres semanas el cartismo vive experimentando, de manera más intensa, papelón tras papelón intentando tapar el fraude de las firmas.
Empezó con una denuncia del asesor jurídico de Yacyretá, Luis Canillas, quien aseguró que la senadora Desirée Masi intenta asesinar al presidente Horacio Cartes y como prueba presentó una conversación, vía WhatsApp, entre senadores disidentes y opositores.
Canillas, quien percibe mensualmente G. 115.000.000 de la EBY, señaló que desde hace dos meses y medio (noviembre de 2016) accedió a conversaciones entre los legisladores críticos al Gobierno.
Según dijo, desde ese tiempo sabe que la senadora Masi busca atentar contra el presidente. En una de las conversaciones Masi pregunta en el chat: “Cuánto cuesta un sicario de medio pelo”.
Sin embargo, Canillas prefirió ir de vacaciones y recién a su vuelta denunciar que querían matar al presidente.
“Qué preocupado estaba Canillas por el presidente que primero se fue de vacaciones y un mes después recién denuncia un intento de magnicidio”, se burló Masi.
El asesor de Yacyretá presentó su denuncia sin ningún sustento legal, tanto que ni siquiera presentó el celular donde estaban esas conversaciones.
Recién el jueves pasado Canillas, ante la presión mediática, presentó un aparato celular alegando que ahí estaban los “chats” de los senadores. Los memes sobre esta denuncia no se hicieron esperar e inundaron las redes sociales.
Será denunciado. El cartista será denunciado por los senadores opositores por invasión a la intimidad, violación de correspondencia, falsificación, espionaje, entre otros.
Ante la reacción opositora y la burla de la ciudadanía, los oficialistas, intentando dar sustento a sus denuncias contra Masi, dieron a conocer el viernes pasado mas conversaciones de otro grupo de WhatsApp de la disidencia donde hay políticos y no políticos.
“¿Cuántos grupos de WhatsApp más tiene controlados el cartismo? Esto ya es de temer”, se lamentó el senador Carlos Amarilla (PLRA).
Otra pifiada. El 30 de enero, el seccionalero Nelson Mora y el apoderado de la ANR Eduardo González acusaron a la disidencia colorada de adulterar las planillas a favor de la reelección. Ambos alegaron que en la Justicia Electoral habían dos funcionarias que son parientes del dirigente disidente de la secccional 37, Osvaldo Benegas, y que estas fraguaron las planillas “agregando nombres de muertos”.
Presentaron un audio sin ningún sustento y algunas fotografías de Benegas con el líder de Colorado Añetete, Mario Abdo Benítez, y su colega de PDP, Desirée Masi, en un acto público.
Esta acusación fue rápidamente desinflada cuando la Justicia Electoral realizó una investigación a estas dos funcionarias allegadas a Benegas y confirmó que no existió ninguna irregularidad en la carga de nombres que realizaron las mismas.
Desde el Departamento de Informática del TSJE anunciaron oficialmente que los muertos que aparecen en las planillas pro enmienda eran los mismos que fueron enviados por el oficialismo aquel 13 enero pasado.
Sacar a Acevedo. La última intención del cartismo fue destituir al presidente del Congreso, el liberal Roberto Acevedo, porque este supuestamente participó del “intento de asesinato” a Cartes.
Tras la reunión de la comisión ejecutiva de la ANR anunciaron, el martes, con bombos y platillos que apartarían a Acevedo.
Sin embargo, dos días después los propios cartistas se desmintieron en su intención. Es que, una vez más, se percataron de que no tenían los votos para destituir a Acevedo.