En un encuentro con periodistas, el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, precisó que el objetivo era hacer una colocación “de forma acelerada”, en las próximas tres o cuatro semanas.
Álvarez-Pallete no detalló qué porcentaje se colocaría en bolsa, pero aseguró que no iban a vender “más del cincuenta por ciento”, por que el objetivo es mantener una posición de control.
El 25 % es el mínimo legal exigido para la admisión a cotización y, al mismo tiempo, permitirá a Telefónica conservar su condición de accionista mayoritario de Telxius inmediatamente después de la Oferta.
Sobre precios y cuánto esperan recaudar, añadió que en función del “apetito inversor” que encuentren, verán el rango de precios y cuánto se va a ofrecer en bolsa.
En un comunicado a la Comisión Nacional española del Mercado de Valores (CNMV), Telefónica indicó hoy que la oferta de acciones de Telexius Telecom estará dirigida a inversores cualificados y que está previsto que tenga lugar durante el segundo semestre de 2016, tras la obtención de la aprobación de regulador.
Telxius tiene la intención de solicitar la admisión a cotización de sus acciones en las bolsas españolas.
La salida a bolsa se ha retrasado unos meses por la volatilidad en los mercados tras el triunfo del “brexit” en el referéndum del Reino Unido.
Telefónica ha calculado en 691 millones de euros los ingresos que esta filial generó en 2015 y en 323 millones su beneficio operativo antes de depreciaciones y amortizaciones (oibda).
Telxius presta servicios de emplazamiento en torres de telecomunicaciones a través de una cartera de alrededor de 16.000 torres inalámbricas móviles situadas en España, Alemania, Brasil, Perú y Chile.
Sus cables submarinos de fibra óptica suman aproximadamente 65.000 kilómetros, de los que 31.265 kilómetros son propiedad de Telxius.
Sobre el futuro de la filial británica O2, cuya venta al grupo Hutchison vetó Bruselas, Álvarez-Pallete reiteró sus intención de mantener una posición de control y apuntó que decidirá “en las próximas semanas” si sacan a bolsa participaciones o dan entrada a accionistas.
Añadió que ya trabajan en temas financieros, por lo que podrían hacerlo antes de que acabe el año, pero precisó que no hay prisa para ello.
Estas dos iniciativas forman parte del “plan B” en el que viene trabajando la multinacional, tras la venta frustrada de O2, para reducir su abultada deuda, que el 30 de junio era de 52.568 millones de euros.