AFP, REUTERS y EFE
ALEPO - SIRIA
Ataques aéreos contra un campo con desplazados sirios causaron la muerte de 28 personas cerca de la frontera con Turquía ayer, dijo un grupo que monitoriza la guerra, mientras los combates seguían en partes del norte del país pese a un acuerdo temporal de cese al fuego en Alepo.
El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos dijo que entre los fallecidos había mujeres y niños y que la cifra de muertos por los ataques aéreos, contra un campo de desplazados cerca de la localidad de Sarmada, probablemente subiría. Imágenes en redes sociales mostraban a trabajadores de rescate apagando incendios entre carpas carbonizadas en el fango, además de restos de cuerpos calcinados.
“Hubo dos ataques aéreos que impactaron el campamento para refugiados que habían escapado de los enfrentamientos en el sur de Alepo y Palmira”, dijo Abu Ibrahim al-Sarmadi, un activista del cercano pueblo de Atmeh que habló con personas cerca del campamento.
Sarmada está a 30 kilómetros al oeste de la ciudad de Alepo, donde un cese de hostilidades mediado por Rusia y Estados Unidos ofrecía algo de calma el jueves. Pero los enfrentamientos continuaban en las cercanías y el presidente Bashar al-Assad dijo que aún buscaba una victoria total sobre los rebeldes.
RÉGIMEN DE CALMA. Los medios estatales sirios dijeron que el Ejército acataría un “régimen de calma” en Alepo que entró en vigencia a la medianoche por 48 horas, tras dos semanas de muerte y destrucción.
Pero el Ejército culpó de nuevo a insurgentes islamistas de violar el acuerdo durante la noche con lo que calificó como un bombardeo indiscriminado de algunas zonas residenciales controladas por el Gobierno en la ciudad dividida. Residentes dijeron que la violencia se había reducido en la mañana.
Intensos combates se registraron también en la campiña al sur de Alepo cerca del pueblo de Khan Touman, donde la rama siria de Al Qaeda, el Frente al-Nusra, está atrincherada cerca de un bastión de milicias apoyadas por Irán, dijo una fuente rebelde.
ONU exige aclarar. El director de Operaciones Humanitarias de la ONU reclamó ayer una investigación inmediata del bombardeo aéreo de un campo de civiles desplazados en el norte de Siria que dejó al menos 28 muertos.
“Si se descubre que este ataque obsceno tenía como blanco deliberado una estructura civil, podría constituir un crimen de guerra”, dijo Stephen O’Brien, el más alto encargado de la ONU de asuntos humanitarios. “Estoy horrorizado y asqueado por la noticia de civiles muertos hoy (ayer) por bombardeos aéreos en dos asentamientos donde personas desplazadas buscaban un santuario”, dijo O’Brien.
Miles de sirios han huido de los combates en el norte de la provincia durante las últimas semanas y se han establecido campamentos para los desplazados a lo largo de la frontera turca.