Se hizo un cálculo de alrededor de G. 150 millones, lo cual representa lo que se descontará a los que se ausentaron sin justificación.
“Muchos descuentos van a haber otra vez y sumarios”, advirtió, a su vez, el titular del Senado, Mario Abdo Benítez.
Desde que asumió la titularidad del Congreso, el senador colorado decidió aplicar sanciones a los funcionarios que no se presentan a trabajar.
En el periodo de julio del año pasado hasta noviembre, se detectó la ausencia de 333 personas, lo que implicó una multa en concepto de descuento de salarios de más de G. 400 millones.
Esta medida alcanzó tanto a funcionarios nombrados como a contratados, y, a modo de ejemplo, en el mes de agosto del 2015 se dio la mayor cantidad de ausencias.
En ese mes no se presentaron a trabajar 255 funcionarios del Congreso y de la Cámara Alta.
A la par, Marito solicitó un dictamen al asesor de la institución José Casañas Levi sobre la aplicación de sanciones a los raboneros.
Este último le habló de la necesidad de sumarios administrativos, y al mismo tiempo dejó a cargo del titular del Senado tomar medidas.
Ya el año pasado durante la presidencia de Blas Llano se había decidido realizar una evaluación de los funcionarios, sus cargos y salarios.
Luego de dos fallidos llamados a licitación en busca de una empresa que se encargue del tema, finalmente la salida fue la contratación del CAES (Centro de Adiestramiento en Servicio). Esta institución, dependiente de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Asunción, realizó una serie de sugerencias que hasta el momento se siguen analizando.
Entre las irregularidades que resaltó el CAES está la cantidad excesiva de directores. Varios senadores, entre ellos el propio Marito, habían coincidido en la necesidad de suprimir.
Se menciona que recién a mediados de este año se tendría una propuesta de reestructuración del Congreso.