Santiago Peña (Santi) promete ser la continuidad de un gobierno del que forma parte con entusiasmo y nos asegura que si él gana las elecciones del próximo domingo 17 de diciembre, el Grupo Cartes seguirá en el poder.
Esto significa que José Ortiz seguirá dirigiendo el aparato de seguridad del Estado, con Luis Canillas, para que los que venden los cigarrillos de Tabesa en el exterior puedan hacerlos cruzar nuestras fronteras sin cumplir las leyes tributarias paraguayas, y para vigilar y perjudicar a quienes critican al Grupo Cartes.
La prioridad de seguridad del gobierno del Grupo Cartes no es que la gente pueda vivir sin miedo a secuestros o a asaltos, sino los intereses del grupo. Los resultados están a la vista. Santi va a continuar con eso.
El empeño de Santi en proseguir con el Grupo Cartes en el poder implica la continuidad del sometimiento de nuestro sistema judicial a Óscar González Daher, lo cual garantiza la impunidad de los “empresarios” con que medra el grupo. Es prolongar la influencia del reservadísimo Osvaldo Salum, que desde anónimas sombras expande la cartera del grupo hasta convertirlo en un auténtico oligopolio.
La prioridad judicial del Grupo Cartes no es la Justicia que los paraguayos merecen, sino la expoliación. Los resultados, a la vista. Santi va a continuar eso.
La promesa de Santi de mantener al Grupo Cartes en el poder también significa que Francisco Barriocanal y Juan Carlos López Moreira seguirán dirigiendo las contrataciones públicas, con gente como Carlos Cañete, para usar en beneficio del Grupo Cartes la información sobre los negocios del Estado, destruyendo la igualdad de oportunidades que deben tener los proveedores del Estado.
La prioridad de contrataciones del gobierno del Grupo Cartes no es que cada vez más empresas paraguayas puedan vender sus productos, sino los intereses del grupo. Los resultados están a la vista. Santi va a continuar con eso.
El propósito de Santi de prolongar el dominio del Grupo Cartes en el poder supone además que los puestos claves del Estado se seguirán repartiendo entre amigos y parientes como Sandra Quiñónez para asegurar la impunidad de Cristina Villalba y Alfonso Noria, o Carlos Fernández Valdovinos para aumentar la inflación desde el Banco Central cuando el grupo requiere regalar plata pública a los prebendarios.
La prioridad de nombramientos en el Estado del Grupo Cartes no es la eficiencia, sino los intereses del grupo. Los resultados, a la vista. Santi va a continuar con eso.
Y para proteger su poder de favorecer sus intereses desde el Estado, el Grupo Cartes está dispuesto incluso a destruir el edificio institucional de nuestra República, violando nuestra Constitución y recurriendo a la violencia coercitiva, como lo demostró fehacientemente entre el 27 de marzo y el 1 de abril de 2017.
Al Grupo Cartes no le interesa que sus golpes cuesten incluso vidas, como la de Rodrigo Quintana, tanta es su necesidad de mantenerse en el poder. Estos días nos exigen mucha vigilancia, hasta después del 17 de diciembre, porque el Grupo Cartes es capaz de cualquier cosa para seguir mandando.
El gobierno del Grupo Cartes, que Santi desea prolongar, está diseñado para concentrar la riqueza y repartir las migajas. Los resultados están a la vista, los números no mienten: hay más pobres hoy que en 2013, es más difícil obtener empleo, la brecha entre ricos y pobres aumentó; la educación pública se estancó en niveles pésimos, la salud pública está empantanada, las obras públicas se hacen mal, contrayendo deudas y favoreciendo a los amigos.
Si querés que eso continúe tenés que votar por Santiago Peña y su Lista 2 en la interna de la Asociación Nacional Republicana.
