23 ago. 2025

Sacerdote provincial niega acusación hecha por víctimas de acoso sexual

Los denunciantes de los dos sacerdotes acusados por acoso se reunieron para pedir justicia. Dijeron que llegaron dos enviados desde Roma para indagar el caso, pero que les ocultaron a los afectados.

Negativa.  Carrillo dijo que el encargado de hablar es el sacerdote  Zenón Berikani.

Negativa. Carrillo dijo que el encargado de hablar es el sacerdote Zenón Berikani.

El sacerdote Francisco Carrillo, provincial de la Congregación de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, superior de los sacerdotes denunciados por abuso sexual, negó que haya propuesto una salida amistosa con las víctimas para ocultar el caso que sacudió a Villarica.

“No hemos hecho. Hace más de un año que ocurrió. La primera cosa que nosotros debemos hacer es hablar con ellos y saber qué pasó. Yo no les pedí eso (el arreglo)”, manifestó el cura, quien se negó a comentar el desempeño que tenían en Paso Yobai los curas Francisco Javier Bareiro y Gustavo Ovelar.

Carrillo dijo que no podía dar declaraciones, pero ante nuestra insistencia manifestó que conoce a los jóvenes desde chicos, al igual que a un catequista de la zona, de nombre José Benítez, quien desde un principio acompañó a las víctimas a denunciar el caso, según dijo el mismo laico.

Benítez relató que Carrillo fue el que conversó con las víctimas y les pidió llegar a un acuerdo, que se perdonen y que no trascienda. Las víctimas y familiares, que ayer se reunieron en el barrio San Miguel, de colonia Independencia, manifestaron lo mismo. Repudiaron que desde un principio solo hayan trasladado a otras parroquias a los denunciados.

Sin embargo, el provincial negó rotundamente los cargos. “Ellos fueron los que me pidieron que se les cambie nomás; o sea, que se les traslade a otro lugar, pero yo les saqué de sus funciones. Es mentira eso. Se sigue un proceso y se respeta un protocolo; no podemos cambiarle a ningún sacerdote por chismes y cuentos nomás”, sentenció el sacerdote.

“Lo que buscamos es la verdad. Para eso presentamos el caso a la Fiscalía; nosotros lo presentamos y no ellos (las víctimas)”, resaltó Carrillo.

Las versiones de los denunciantes señalan lo contrario. Incluso, mencionaron que el año pasado llegaron enviados del papa Francisco para investigar la denuncia, ya que los afectados por los acosos enviaron al Santo Padre una carta relatando los graves hechos. Aseguraron que los responsables de la congregación evitaron que las víctimas se encuentren con los enviados y por eso no pudieron dar sus versiones los siete jóvenes que supuestamente fueron acosados por los sacerdotes.

En este punto, Carrillo salió al paso de estas afirmaciones y desmintió esta aseveración. “Vinieron dos de Roma, pero son de la congregación y llegaron para ayudar con el proceso de investigación y se elevó un informe a los superiores. No son enviados del Papa”, insistió.

NO HUBO ENTREVISTA. “Las víctimas no pudieron conversar con los enviados de la congregación porque el proceso ya está en Villarrica. No pudieron dar su versión, para que no digan que vinimos a presionar a los jóvenes o querer negociar”, justificó el sacerdote.

Los dos curas fueron denunciados desde el 2012 y el caso quedó a cargo de la fiscala Perla Cáceres, quien no indagó. Tras avivarse el escándalo, el fiscal Carlos Alvarenga tomó la pesquisa que salpica a los curas que fueron destinados para evangelizar al abandonado pueblo de Paso Yobai, de Guairá.

Comunicaron. La Congregación de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada envió un comunicado para detallar las medidas tomadas en su momento con los sacerdotes salpicados por acoso.Reiteraron que fueron separados de sus cargos en el 2014 y suspendidos de sus ministerios. Se denunció en la Fiscalía en el 2015, en la oficina competente del Vaticano y ante el superior general de la congregación; además, se comunicó al obispo de Villarica, informaron.