AFP
CIUDAD DEL VATICANO
El papa Francisco recibió ayer como regalo un modelo especial de automóvil de la lujosa marca Lamborghini, de color blanco, que será subastado para financiar cuatro proyectos humanitarios, informó el Vaticano.
El Pontífice argentino bendijo el deportivo, una edición única del modelo “Huracán” y firmó con su nombre el capó ante los directivos de la marca presentes en el Vaticano.
El automóvil, que el Papa argentino conocido por su sobriedad jamás utilizará, será subastado por la casa Sotheby’s. El precio del modelo Huracán de Lamborghini ronda los 200.000 euros, pero se espera que el bólido papal sea adquirido por una cifra más alta. El Papa dispuso que con ese dinero se financie un proyecto de reconstrucción de viviendas, lugares de culto e infraestructuras públicas en la llanura de Nínive, en Irak, para ayudar a los cristianos que han tenido que huir por la guerra a recuperar “sus raíces y su dignidad”, según indicó la Santa Sede.
El Lamborghini papal subvencionará también a una asociación italiana que ayuda a las víctimas de las redes de la prostitución, así como a dos asociaciones italianas activas en África, entre ellas un grupo internacional de cirujanos. Francisco, que suele recibir obsequios curiosos, ya había subastado en el pasado con fines caritativos una moto Harley Davidson que le regalaron.
rezar a Dios. El papa Francisco indicó ayer a los fieles que rezar es hablar con Dios y no repetir como “papagayos”, durante su catequesis en la audiencia general celebrada en la plaza de San Pedro.
Francisco abordó hoy el tema iniciado el pasado miércoles de la celebración eucarística y aseguró que no “se entiende la misa si no se entiende la oración que es “el encuentro con Dios”.
Dijo que lo primero es “aprender a decir Padre” y sobre todo saber encontrar “momentos de silencio” a lo que añadió que en misa no se habla con quien se siente al lado. “El encuentro con el Señor es siempre un encuentro vivo, no es como ir al museo. Vamos a misa no al museo”, aseveró.