Elías Cabral
CANINDEYÚ
El presidente electo Mario Abdo Benítez restó ayer importancia a la falta de reconocimiento de su victoria por parte de su principal contendor en las últimas elecciones, Efraín Alegre, de la Alianza Ganar. Al ser consultado sobre las denuncias de fraude con las que insiste Alegre, dijo que “eso no importa” y que igual seguirá trabajando por el bien del país.
Fue durante su visita a una cooperativa de productores de leche, cuya planta procesadora se encuentra en la colonia Nueva Alianza, distrito de Yasy Cañy (Canindeyú), en el marco de una gira que incluyó Capiibary (San Pedro), para conocer el desarrollo de proyectos productivos financiados con recursos que otorga el Banco Mundial al Ministerio de Agricultura para el programa Proders.
Marito estuvo acompañado del gobernador electo de Canindeyú, César Ramírez, la diputada Cristina Villalba, los senadores Arnoldo Wiens, Óscar Salomón, entre varias otras autoridades electas.
En todo momento el virtual mandatario bromeó sobre los resultados de las elecciones de si era seguro su victoria o no, con la concurrencia, que no se cansó de tomarse fotografías con él, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad.
La comitiva recibió una lluvia de reclamos y pedidos a través de la presidenta de la cooperativa La Igualdad Limitada, Mariana Montiel, quien actuó como vocera de la comunidad de Nueva Alianza.
Entre los principales reclamos figura la construcción de la capa asfáltica en un tramo de 8 kilómetros, trayecto que utiliza la empresa que compra la producción de leche de la cooperativa.
También los constantes cortes de energía eléctrica fueron parte del reclamo, ya que para el tanque de enfriamiento de leche se necesita de energía estable para asegurar el producto.
Marito también recibió el pedido de legalización de las tierras que hoy forman parte de la comunidad Tapia, que desde hace 30 años están en forma irregular, según comentaron los pobladores.
El presidente electo adelantó que viajará en poco tiempo más a Washington para reunirse con el presidente del Banco Mundial, por lo que quiso interiorizarse del proyecto Proders, que cuenta con un financiamiento de USD 100 millones.