Desde @carosilva911, una cuenta de Twitter que usa su nombre, la cuenta oficial de Mauricio Macri recibió una advertencia explícita el sábado al mediodía: “Hoy te voy a matar acá en la quinta Los Abrojos. Ojalá estés con tus hijos así mueren todos juntos”, con referencia a la propiedad del presidente en la zona de Malvinas argentinas. Llegaron mensajes del mismo tenor a la cuenta de la ministra Patricia Bullrich.
Así, llegó una denuncia al 911, que recayó en la UFI N° 22 de Malvinas argentinas y en el Juzgado Federal N° 2 de Lomas de Zamora. Silva no recibió cargos en su contra: era evidente que las amenazas no venían de su lado. Una rápida mirada a la cuenta, que lanza intimidaciones a funcionarios como la gobernadora María Eugenia Vidal desde el 5 de este mes, demuestra que si Silva fue la autora, entonces tenía una obvia voluntad de que la lleven presa: los tuits llevaban no solo su nombre y apellido, sino también su número de legajo y su DNI. Ante el juez de la causa, la sargento negó que la cuenta fuese suya e incluso señaló como posible responsable a su ex pareja, también efectivo de la Bonaerense, un oficial subinspector del cual se separó hace más de un año. INFOBAE