Llamó al 911, los policías aparecieron 20 minutos después, ingresaron a su casa y encima se llevaron los celulares. Tras el escándalo los uniformados devolvieron los teléfonos, asegura la víctima, Gustavo Jara.
Todo empezó cuando en horas de la madrugada un desconocido invadió la vivienda de Jara, ubicada en el barrio Pinozá de Asunción. Cuando salió al patio se enfrentó a uno de ellos, con quien forcejeó para que no le dispare. Tras zafarse corrió y se escondió, y la persona extraña fue hacia el frente de la casa.
En ese momento él saltó al patio del vecino y salió hacia el frente. Pidió a su pareja que no salga de la habitación, mientras llamaban al 911. Pese a la urgencia, los policías tardaron más de 20 minutos, tiempo en el que él incluso ya había ayudado a su pareja a salir de la casa. En el apuro dejó sus dos teléfonos sobre la cama.
Comentó que la Policía llegó recién luego de que haya pedido la intermediación a un comisario amigo.
LLEGARON. Primero llegó una patrullera con dos ocupantes, que ingresaron a la casa sin forzar la puerta. En ese momento Gustavo aseguró que el ladrón ya había salido por el frente.
Seguidamente llegó una segunda patrullera, con otros dos ocupantes. Uno bajó e ingresó a la casa. Gustavo quiso entrar pero le dijeron que era peligroso, por si haya un tiroteo. Luego se decidió a entrar y vio a un policía salir corriendo. Él le preguntó a donde iba, a lo que el uniformado respondió que iba a patrullar la zona en busca del delincuente. A Gustavo le llamó la atención que no dio los detalles del sospechoso. El policía, no obstante, subió a la patrullera y salió del lugar.
Cuando entró a su habitación se percató de que no estaban sus teléfonos. Ante esto, preguntó a los uniformados que estaban allí qué sucedió, pero ellos le dijeron que no sabían nada.
DENUNCIA. Entonces, el dueño de casa y su pareja fueron hasta la comisaría y estando ahí denunció que los policías le robaron. Para verificar la ubicación del teléfono vía GPS, Gustavo ingresó a su cuenta desde el celular de su pareja. Grande fue la sorpresa que primero el sistema indicaba que su teléfono iba hacia él. Poco después, ya figuraba que el celular estaba dentro de la Comisaría.
Gustavo dijo que los policías se escondieron de él tras evidenciar eso, y amenazó con llamar a los medios de prensa. Fue hasta el Hospital del Trauma a llamar a los periodistas. Mientras él se fue las dos patrulleras desaparecieron.
Cuando terminó de hablar con la prensa, verificó de nuevo la ubicación de su celular y figuraba que los aparatos estaban en su casa. Fue hasta su vivienda y encontró en un cantero sus dos aparatos celulares. El joven asegura que fue uno de los uniformados el responsable del robo de sus teléfonos celulares.
La denuncia del robo de los mismos policías se tomó en la propia Comisaría 7ª Metropolitana.