El recientemente nombrado presidente de Petropar, Eddie Jara Rojas, se aferró estrictamente a la vigencia del Acuerdo Energético de Caracas para la búsqueda de una solución al tema de la deuda que la petrolera tiene pendiente con Pdvsa, que exige el pago de USD 287 millones.
En una carta de respuesta a su par de la empresa venezolana Eulogio Del Pino, solicita que fije fecha para reuniones formales con una comitiva de la empresa que viajará a Caracas para buscar soluciones en el marco de lo que establece dicho acuerdo.
ÚH accedió ayer a la nota de respuesta a la intimación de pago hecha por Del Pino, el pasado 3 de junio.
De entrada, Jara Rojas señala que la nota de reclamo le resultaba inesperada e inoportuna, a partir de que a la fecha de su recepción estaban inmersos en negociaciones entre las partes, según la nota remitida por Petropar el 15 de febrero de 2016, en la cual se había comunicado la necesidad de respetar irrestrictamente el Acuerdo de Caracas, que, según el artículo 10º, las negociaciones entre las partes deben ser “directas y amistosas”.
Seguidamente, cita que el 21 de abril pasado, en Caracas, se trató el tema de la deuda y el 27 del mismo mes Pdvsa recibió una propuesta de pago de Petropar. Le recuerda que el 12 de mayo la empresa venezolana hace una contrapropuesta, reiterada el 24, pero que no pudieron ser respondidas, debido a que Petropar sufrió sucesivos cambios de autoridades quedando como presidenta interina Catherine Vargas, en sustitución de Rómulo Campos.
Jara Rojas expresa que llama la atención que inmediatamente Pdvsa, el 3 de junio, envía la exigencia de pago total de la deuda, a sabiendas de que no podían ser cumplida por Petropar y mucho menos en plena transición de autoridades.
RECHAZO. Jara Rojas también rechaza “en forma enfática las aseveraciones acerca de la supuesta actitud renuente y evasiva por parte de Petropar, y el pronto agotamiento de las vías amistosas, que, en realidad, no fueron atendidas por parte de Pdvsa”.
Advierte a Del Pino que el abrupto cierre de las negociaciones y el rechazo de toda forma y propuesta de pago por parte de Pdvsa, “no se condicen con el espíritu y buen relacionamiento que deben existir en nuestras compañías”.
Sobre la intención de una eventual demanda judicial, Jara Rojas responde que dicha posibilidad no está contemplada en el acuerdo vigente que establece un solo medio de solución de controversias. “Por lo tanto, Petropar rechaza y desconoce la existencia de cualquier otra vía de solución que se aparte de los términos de Caracas, como así también la intención de someter a Petropar a cualquier tribunal arbitral o local”, enfatiza.
El reclamo de Pdvsa se debe a una represalia política por la posición crítica asumida por la Cancillería paraguaya en contra del Gobierno de Nicolás Maduro, fundamentalmente en la reciente reunión de la OEA, donde el Paraguay apoyó la idea del referendo revocatorio en contra del sucesor de Hugo Chávez.