Narciso Meza - TRINIDAD DEL PARANÁ
Las figuras Teyú Yagua; Mbói Tui, Moñái, Jasy Jatere, Kurupi, Ao Ao y Luisõ son talladas en madera y esculpidas en piedras, y están colocadas en medio de una exuberante vegetación, a los costados del anfiteatro al aire libre.
La artesana local Vicenta Morel fue quien realizó el trabajo con una alta calidad en estética y contenido. “Sumamos este atractivo como una manera de valorar la cultura y la leyenda de nuestro país, y vamos a esperar la visita de los turistas en esta Semana Santa”, indicó el intendente Arístides Aguilar.
En la localidad, donde se encuentra la histórica Misión Jesuítica de Trinidad con las colosales edificaciones que datan de la época de las reducciones y que hasta hoy están en pie, el turismo siempre fue interesante, pero se ha incrementado el flujo en los últimos meses, debido a la construcción de más atractivos.
La Misión Jesuítica, declarada Patrimonio de la Humanidad, es la reducción guaraní mejor conservada del Paraguay y la más extensa. Se encuentra ubicada en una colina a 30 kilómetros de Encarnación, en el distrito de Trinidad y se accede a ella desde la ruta VI. A partir de las 19.00, todos los días, se puede disfrutar de un show luces y sonidos.
Más opciones. Pero aparte de este monumental sitio histórico, en Trinidad se tiene el parque natural Itá Cajón, también conocido como la ex cantera jesuítica Guaraní, de donde se extrajo el 80% de las piedras utilizadas para construir la Misión de Santísima Trinidad. Recientemente fue habilitado, a pasos del lugar, un mirador, donde se aprecia en la altura las misiones de Trinidad y Jesús, como también los astros a la noche.
El mirador es una construcción de dos plantas en el sitio más alto del distrito, y es muy visitado por lugareños y gente proveniente de poblaciones vecinas. En el lugar se dispone de un telescopio de 11 pulgadas, que es utilizado para ver más de cerca el cielo, estrellas y planetas. En esta Semana Santa, los turistas podrán visitar este paradisiaco lugar.
A 12 km de Trinidad se encuentra Jesús de Tavarangue, otra localidad de origen jesuítico que alberga, como su nombre lo dice, una obra inconclusa, ya que en plena construcción, los jesuíticas fueron expulsados del país.