El solitario tanto del duelo amistoso fue obra de Andrés Guardado pasado pasada la media hora del partido disputado este sábado en el estadio Georgia Dome Atlanta. Fue el único encuentro que disputará el combinado nacional antes de disputar la Copa América Centenario.
El juego sirvió para el técnico Ramón Díaz para calibrar algunos puntos y ver el desenvolvimiento de los juveniles. Cumplido con el compromiso, la Albirroja ya se concentrará para el debut en la competencia frente a Costa Rica el próximo 4 de junio.
EL PARTIDO. La estructura juvenil de la Albirroja compuesta principalmente por Blas Riveros bautizado en el lateral izquierdo, Piris Da Motta como obstructor en el mediocampo y Óscar Romero como usina de fútbol, aguantó bien el peso de la experiencia y la dinámica de los mexicanos hasta cumplirse el segundo cuarto del primer tiempo en Atlanta.
Pasado este tiempo llegó el desnivel (31 min), que marcó Andrés Guardado ya sin imposición en el centro del área de Justo Villar. La Albirroja sintió el impacto del golpe ya que hasta esta altura emprendía bien la presión en gran parte del campo, aunque ya se notaron decibeles muy suaves en hombres como Celso Ortiz y Jorge Benítez.
El otro atacante, también juvenil como Antonio Sanabria transmitió mejores sensaciones porque entró más en el circuito de juego y atacó con más inteligencia los espacios en zona ofensiva. La primera acción positiva surgió metros atrás de los botines de Derlis González, que culminó con el disparo potente Óscar Romero, cuando el juego aún mantenía el cero. Luego de la gran asociación de los dos guaraníes, los charros también quebrantaron con un cabezazo de Rafael Márquez a los 11 minutos y después recién aparecieron con algo importante en el tanto del internacional del PSV Eindhoven. Con este resultado se marchó el partido a los vestuarios.
En el descanso, el entrenador Ramón Díaz prescindió de Villar y mandó a la cancha al arquero de Cerro Porteño Antony Silva, que empezó a trabajar desde los cinco del reinicio tras un remate de Willy Peña primero y luego con otro zapatazo de Javier Aquino, el estilete más peligroso que puso Osorio.
El complemento fue intenso y de entrada la Albirroja puso en aprietos al portero mexicano Guillermo Ochoa con un disparo sorpresivo de Robert Piris Da Motta. Parecía que el juego sería de tú a tú, pero los cambios sucesivos en ambas selecciones colaboraron el orden del juego y trasladó el amistoso en el ámbito de la imprecisión.
Díaz regaló minutos a Darío Lezcano, Nelson Haedo, Rodrigo Rojas y por último mandó al disturbio a Juan Manuel Iturbe, la gran esperanza del técnico riojano. La Albirroja se aferró a su garra característica, hizo barullo en terreno rival, pero careció de claridad y tampoco de la pizza salió algo bueno.
La última acción del empate quedó en los botines del delantero Darío Lezcano, que estuvo a poco de acertar el arco mexicano y meter el empate en las postrimerías del encuentro en Atlante. Con este juego, el equipo de Díaz cierra su preparación y se apresta para el debut del próximo 4 de junio ante los Ticos.