El autor refiere que la estructura organizacional de las empresas públicas paraguayas no siempre responde a criterios modernos de gobernanza corporativa, enfocados en la eficiencia, la eficacia y la transparencia de la gestión.
Borda agrega en su análisis que el control del Estado de la administración, gestión y expansión de las empresas ha sido débil. Hasta ahora los controles se circunscriben a los aspectos contables y no abarcan la gestión ni la planificación de mediano y largo plazo, de acuerdo con el profesional.
En este mismo contexto, el experto subraya que no es posible pensar en eficiencia de los servicios si estos no son planificados de acuerdo con el crecimiento de la economía, puesto que la progresiva mayor demanda exige incrementar en forma programada la producción para satisfacer las necesidades de consumo.
Además, se debe saldar, a criterio de Borda, la deuda del sector público que, según un estudio reciente, asciende a USD 140 millones y se deben revisar los altos costos administrativos por exceso de funcionarios y beneficios especiales, así como los subsidios abiertos y encubiertos.
Por otro lado, las quejas ciudadanas por los inconvenientes generados por empresas públicas tienen resultados parciales en el corto plazo, pero, debido a la desidia del Estado, desde hace mucho tiempo las soluciones de fondo no son fáciles y tomarán tiempo, de acuerdo con Borda.
A su criterio, todas las organizaciones públicas tienen el mismo problema. “Para disminuir los excesos se procedió a la eliminación de los directorios, cuyos miembros eran designados por militancia partidaria. Pero si hubiesen funcionado con criterio profesional, esos directorios podrían haber actuado de contrapeso y control a los presidentes que ahora ejercen el mando individual de las empresas públicas”, sostiene el especialista en su análisis.