Posterior al juicio oral y público contra Pedrozo, previsto para el 2 y 3 de noviembre próximo, los padres de las supuestas víctimas interpondrán una querella. “Finalizado el juicio estaríamos presentando una demanda en lo civil por daños y perjuicios en contra de la congregación”, confirmó el padre de uno de los dos monaguillos que en 2013 –según denunciaron ante la Fiscalía– fueron “manoseados” por el padre Arévalos.
Los progenitores consideran que es exigua la expectativa de pena (de tres años o multa) que le depara al religioso en caso de que sea condenado. “La pena debería ser mayor porque son casos gravísimos que marcan la vida del chico”, refirió uno de los papás.
Resarcimiento. Si bien una restitución económica no recompondrá el daño afligido, según entiende, lo que buscan es dejar un precedente para que los obispos y superiores de congregaciones, como en este caso, controlen más las denuncias que llegan hasta sus oídos sobre abuso sexual en niños.
“Queremos dejar un precedente para que los obispos controlen más a sus sacerdotes y el tipo de personas que tienen dentro de la iglesia”.
En cuatro ocasiones intentaron hablar con el Superior de los Redentoristas, Vicente Soria. Pero este no les recibió, de acuerdo a su versión expuesta ante el Ministerio Público.
Arévalos fue suspendido en diciembre de 2014. Se encuentra con medidas alternativas a la prisión y está confinado en la Casa Provincial de los Misioneros Redentoristas, en el barrio Los Laureles, de Asunción.