Serena, cabeza de serie número uno, que busca su séptimo título en el Abierto, volvió a responder a la perfección a la presión de ser también la mejor del mundo durante 185 semanas consecutivas y ganó fácil por 6-3 y 6-3 a su compatriota Vania King, una jugadora de segunda fila que comenzó el año en el puesto 412 tras dos de ausencia.
Del partido que duró apenas una hora y cuatro minutos nada que resaltar con un tenis poderoso y agresivo de la menor de las Williams, pero sí su victoria que fue la número 306 en torneos de Grand Slam, una marca que hasta ahora sólo había logrado la legendaria checa-estadounidense Martina Navratilova.
“Es grandioso haber conseguido una marca que me coloca al lado de una tenista como Martina”, declaró Serena. “Pero ahora no tengo que pensar en nada más que ir partido a partido y jugar mi mejor tenis”.
El que espera hacer en la tercera ronda cuando se enfrente a la sueca Johanna Larsson, otra rival más que tendrá en el camino y que espera superar de cara a estar en la final.
Pero su reto es ser campeona del Abierto porque eso le aseguraría seguir como número uno del mundo, algo que ahora no depende de ella sino de la alemana Angelique Kerber, segunda cabeza de serie, y de la polaca Agnieszka Radwanska.
Precisamente, Radwanska (4) fue una de las animadoras de la cuarta jornada, aunque no lo tuvo fácil con la británica Naomy Broady. Estuvo 2-5 abajo y llegó a tener tres puntos de set en contra en el tiebreak del primer parcial, pero reaccionó y venció por 7-6 (9) y 6-3.
La próxima rival que tendrá Radwanska será la francesa Caroline García, vigésima quinta cabeza de serie, que ganó por 4-6, 6-4 y 6-4 a la checa Katerina Siniakova.
También cumplió con los pronósticos la rumana Simona Halep, quinta cabeza de serie, que sin presión por la lucha del primer puesto en la lista WTA, consiguió su 15 triunfo en 16 partidos.
Esta vez se impuso por 6-3 y 6-4 a la checa Lucie Safarova y jugará la tercera ronda contra la húngara Timea Babos (31) que derrotó 6-2 y 6-4 a holandesa Richel Hogenkamp.
Si Serena hizo su trabajo, antes lo realizó Venus Williams, que con mejor tenis que en la primera ronda, superó sin problemas por 6-2 y 6-3 a la alemana Julia Goerges, mientras que el techo retráctil de la pista central Arthur Ashe estaba cerrado ante la llegada de la lluvia sobre Flushing Meadows.
El nuevo techo, que ha costado 150 millones de dólares y tres años de construcción, desterró por completo la suspensión de los partidos importantes que estén programados en la pista central.
La mayor de las hermanas Williams, que ganó el Abierto en el 2000-2001 y fue finalista en 1999 y 2002, logró el pase a la tercera ronda por decimoquinta vez en las 18 participaciones que ha tenido en el último Grand Slam de la temporada.
La próxima rival de Venus Williams será otra tenista alemana, Laura Siegemund (26), que venció por 6-3 y 7-5 a la estadounidense Nicole Gibbs.
La checa Karolina Pliskova, décima cabeza de serie, se convirtió en la verdugo de la joven y novata paraguaya Montserrat González, la 192 del mundo, a la que ganó por 6-1 y 7-5 para dejar al tenis latinoamericano sin ninguna representación en el cuadro femenino de las cuatro que comenzaron el torneo.
La primera en caer eliminada fue la puertorriqueña Mónica Puig, cabeza de serie número 32 y medalla de oro olímpica, que perdió en la primera ronda ante la china Saisai Zheng.
Tampoco superaron la primera ronda la colombiana Mariana Duque-Marino y la novata argentina Nadia Podoroska.
Mientras que sí mantuvo presencia el tenis femenino español con el triunfo de Carla Súarez Navarro, undécima cabeza de serie, que se impuso por 6-1 y 6-4 a la serbia Jelena Jankovic.
La próxima rival de Súarez Navarro, que pasó por cuarta vez a la tercera ronda del Abierto y es la única representante del tenis español femenino que queda en la competición individual, será la rusa Elena Vesnina (19) que venció 6-2 y 6-1 a Annika Beck.
