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CARACAS - VENEZUELA
La oposición venezolana buscaba acabar con la supremacía del chavismo gobernante en las elecciones regionales de ayer, sacando provecho a la desazón de muchos que sufren por la crisis económica que azota al país y por la que culpan al Gobierno.
Pero aún si la oposición logra arrebatarle al oficialismo el control de la mayoría de los 20 estados que gobierna, el presidente Nicolás Maduro ha insistido en que los gobernadores triunfantes deberán supeditarse a la poderosa asamblea constituyente, conformada por sus aliados. Por ello, analistas ven estas elecciones como meramente “simbólicas”.
Desde que el fallecido presidente Hugo Chávez asumió el poder en 1999, el chavismo ha triunfado en todas las elecciones regionales posteriores.
En el comando de campaña opositor el ambiente era festivo, mientras esperaban los resultados oficiales. “Lo que ha ocurrido en Venezuela es una enorme victoria, es una gigantesca victoria popular de dimensiones históricas”, dijo el ex jefe de la coalición de partidos de oposición, Ramón Guillermo Aveledo.
Hasta las 18.00 locales, cuando empezaron a cerrar las mesas que no tenían electores en la fila, la oposición estimó una participación cercana al 60% de los casi 20 millones de habilitados para votar. Según analistas, una afluencia por encima del 50% favorecería a los adversarios de Maduro. “Hay varios centros (de votación) que todavía tienen electores en la cola (...) sin embargo, queremos decirles que eso no va a afectar el resultado final”, dijo el jefe de campaña de la oposición, Gerardo Blyde.
Los adversarios de Maduro dijeron que se enfrentaron a complicaciones preelectorales como la inhabilitación de candidatos, confusas papeletas de votación y la reubicación de última hora de casi 300 centros de sufragio.
La jornada se desarrolló sin mayores incidentes. No obstante, opositores denunciaron trabas para ejercer su voto.
“Primera vez que me ponen a votar aquí, me siento más insegura”, dijo Yanina Bianco, una ingeniera de 59 años, quejándose del cambio en su centro de sufragio. “Voto porque no queremos este Gobierno y esta es una forma de decirlo. Es una forma de denunciar a esta dictadura tramposa”.