Con una oferta musical folclórica “de la tierra” que incluye géneros tradicionales de la región como la milonga, la chamarrita o la zamba, el festival que comenzó en Montevideo en 2011, ha duplicado casi matemáticamente su público de una edición a otra.
“El año pasado tuvimos 20.000 espectadores, este año sentimos que también vamos a superar esa cifra”, explicó a Efe Diego Bernabé, uno de los directores del festival.
En esta edición hubo conciertos de 17 artistas invitados procedentes de Argentina, Brasil y Uruguay repartidos en tres escenarios y un mercado con más de 80 puestos de productos y alimentos naturales, cervezas artesanales, vinos, cosmética natural, indumentaria y objetos de autor.
Asimismo, en las jornadas también se ofrecieron múltiples talleres y charlas para todas las edades y de diversas temáticas, como por ejemplo talleres de huerta o de cerámica indígena.
El encuentro musical cuenta con una vocación expansiva y tras el éxito de ediciones anteriores prepara su segunda convocatoria para marzo en Buenos Aires y ya da los primeros pasos para aterrizar en Brasil en los próximos dos años.
Además, los organizadores han recibido muestras de interés de colectivos para poder hacer el festival en Chile, Ecuador, Paraguay o Perú.
“Nos abruma un poco pero también realmente es reconfortante ver cómo la idea de este proyecto se ha ido sembrando de alguna manera en toda América Latina”, dijo Bernabé
“Es una propuesta que muchos han creído que valía la pena replicar en otros lugares, lo que de alguna manera pone en valor las raíces musicales y los vínculos que hay entre todos los países”, añadió.
El carácter regional del festival no solo se palpa entre los participantes, sino también entre los asistentes al evento.
“Nos hemos encontrado con gente de Chile o Paraguay que han venido expresamente para el festival, y por supuesto de Argentina y de el sur de Brasil”, especificó Bernabé.
“El mayor número de personas son uruguayos, pero también hemos visto argentinos, brasileros, e incluso gente que no se maneja bien con el español y nos hablaba en inglés”, comentó a Efe Adriana Añón que expuso en el mercado del festival sus productos.
Para los comerciantes y productores que participaron en el encuentro supone más que una oportunidad de venta, una manera de dar a conocer el producto al público de la zona.
“Ya es el segundo año que venimos porque se trata de una convocatoria muy interesante y una forma de hacernos conocer”, dijo a Efe, Aline Sabani, propietaria de una tienda de productos orgánicos.
Pese a que esta última edición de Montevideo cierra hoy y se despide hasta el 2017, el éxito del festival ha propiciado que las actividades de sus organizadores vayan a tener continuidad a lo largo del año.
Concretamente, Bernabé dijo a Efe que se celebrará una vez al mes en el Auditorio Nacional de la capital uruguaya un ciclo de conciertos y entrevistas con artistas dentro del perfil del festival.