Por Nancy Méndez
CIUDAD DEL ESTE
Los niños que estaban en el Centro Abierto del Programa de Atención Integral de Niñas, Niños en Situación de Calle (Painac), de la Secretaria de la Niñez y Adolescencia (SNNA), situado al lado de Prosegur, tuvieron que resguardarse debajo de colchones durante las 3 horas que se produjeron los disparos. Los dos educadores que estaban de turno usaron una esquina del dormitorio para ubicar a los niños.
“Todos los niños ya estaban dormidos cuando empezamos a escuchar los disparos; le avisamos a los chicos y les arrinconamos en una esquina, les pusimos colchones arriba, usamos las camas para cerrar las puertas. Estaban 12 niños en el centro. Teniendo a Prosegur aquí al lado siempre pensamos que podría pasar un asalto, pero nunca nos imaginamos que sería de esta magnitud, parecía una guerra realmente”, dijo Daniel Charon, educador.
Un grupo de profesionales de Asunción llegan esta mañana para evaluar los daños que sufrió el edificio que es arrendado por la SNNA. Según el educador los niños se congelaron del susto y ya no pudieron dormir. Los responsables de Painac comentaron que para llegar hasta el lugar tuvieron que pasar por varios clavos miguelito.
de milagro. “Miré por la ventana y ya vi que de un camión como de transportador de carne se bajaban los hombres vestidos con para parai y empezaron a tirar algo que tenían en la mano, eran como 80 a 100 personas; ahí ya dije estos vienen a asaltar Prosegur; me subí junto a mi marido, le conté lo que pasaba y nos metimos debajo de las escalera; al entrar allí ya voló una puerta; de allí tomados de las manos nos fuimos a la habitación y nos metimos debajo del colchón”, afirmó por otra parte Angelina de Anisimoff.
La casa de los Anisimoff, que está frente mismo a la empresa, fue utilizada por los delincuentes para disparar a la empresa. Todas las puertas y ventanas que tenían vidrios quedaron rotas; las puertas de madera de la casa también quedaron destruidas, aún no se sabe si por el impacto de las explosiones o si los delincuentes forzaron las puertas para ingresar a la vivienda. Asimismo, el techo del quincho acabó totalmente destrozado y hay peligro de que las tejas se desprendan, al igual que el cielorraso de madera del comedor, mientras que las paredes de material presentan rajaduras en toda la casa.
La señora comentó que lo que pasaron fue de terror, pero que estuvieron protegidos por Dios, ya que las imágenes sacras que tenían o el lugar donde estaban no presentaron ni un rastro de la magnitud del hecho y en las otras partes de la casa había destrozos.
“Puedo decir que fue un milagro; con mi marido nos tomamos de la mano y empezamos a rezar porque ya no teníamos nada que hacer; estábamos desesperados y le pedimos a la Virgen María que nos proteja”, afirmó Angelina.
Anoche, la hija de la señora Angelina, Alison Anisimoff, denunció públicamente a Telefuturo que tanto la Policía como la Fiscalía no llegaron hasta ellos ni al albergue, para saber su situación y mucho menos para brindarles asistencia o protección, ya que todos los investigadores estaban atendiendo solamente lo ocurrido a la firma Prosegur. Asimismo, reclamó a la empresa sobre los daños que sufrieron en sus viviendas.